Page 73 - Mahabharata
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de la ventana vio cómo la caja se alejaba arrastrada por las aguas separándose más y
más de ella. En su corazón sentía una gran tristeza y un gran amor por aquella vida que
había abandonado en el corazón del río, para verla perderse en la distancia. De sus ojos
fluyeron lágrimas y levantando en súplica sus manos hacia el Sol dijo entre sollozos:
—Por favor mi señor, protégele y no dejes que nada malo le pase.
Y luego pensando en su hijo rezó en su corazón: « Te deseo suerte en tu camino. Que
el señor de las aguas te proteja y vele por tu vida. Que todos los dioses de los altos cielos
te amparen, volveré a encontrarte un día en el futuro, te reconoceré por tu kavacha y
tus kundalas. Afortunada será la mujer que te encuentre y te críe como a su propio hijo;
viéndote crecer, verá igualmente crecer su felicidad. Mas yo seré la más desdichada de
todas las mujeres porque jamás te tendré como mi hijo. Dios te bendiga, hijo mío, mi
primogénito. »
Y aquella niña se hizo mujer, y lejos quedaron ya aquellos días de inconsciente
juventud. Pero tanto andando como durmiendo sólo pensaba en una cosa: en una caja de
madera, guardando envuelto en sedas un niño con su kavacha y sus kundalas, reluciente
como la luz del Sol de la mañana.
Capítulo XIII
UN RISHI MALDICE A PANDU
ASARON varios años y Kunti era ya suficientemente mayor como para casarse. En
P un Swayamvara escogió al apuesto y poderoso Pandu, hijo de la Casa de los Kurus
como su esposo, siendo, después de Madri (la princesa del reino de Madrás), la segunda
mujer en escoger a Pandu como su señor. Bhishma hizo los preparativos para las dos
bodas de manera apropiada al rango de su raza.
Era la edad de oro de la Casa de los Kurus. Pandu era un buen soldado y emprendió
un viaje de conquista luchando contra los reyes vecinos. La victoria le sonrió en todas
las contiendas, derrotando incluso hasta al rey de Magadha. De esta forma restableció
la supremacía de la Casa de los Kurus, la cual se había debilitado en los años en que el
trono estuvo vacío, teniendo a Bhishma como único regente por no haber un legítimo rey.
Estas victorias le trajeron gran fama a Pandu, siendo por ello aclamado como el mejor de
los soldados de la época.
Después de que acabó la campaña se fue con sus dos reinas al bosque a descansar;
también era un gran cazador. Y allí pasó muchos días felices en las estepas al sur de las
nevadas montañas de los Himalayas.
En aquel mismo bosque vivían un rishi y su esposa. Estaban muy enamorados el uno
del otro y deseaban disfrutar de los placeres del amor sin ninguna restricción. Y dado