Page 199 - Egipto Tomo 1

186 MEMPHI8. LAS PIRAMIDES
dejando á la piedad del heredero el cuidado de llenar los escalones ó peldaños, habiendo
motivos para presumir que en los primeros tiempos ni áun se creyó indispensable semejante
operación, según puede deducirse de las pirámides de Meidum y Sakkarah. «Si en el curso
»de los siglos se hubiese conservado del mismo modo el conjunto de las relaciones con-
cordantes, actualmente, por los revestimientos sucesivos de las pirámides, podríamos
» computar los años en que reinaron los diferentes reyes que las construyeron, como por
vías capas concéntricas de los árboles venimos en conocimiento de la duración de su vida.
Lo acabado de cada una de sus partes es superior á todo elogio. Herodoto pudo ya
decirnos que las grandes piedras en su construcción empleadas se extraían de las canteras
situadas al otro lado del Nilo, y que trasportadas al través del mismo por medio de
lanchones, se conducían al lugar en que el cantero las labraba á lo largo de una calzada

CANTERA DE TURRA

para cuya construcción se habían necesitado diez años. Consérvanse de ella considerables
restos y dado que hubiesen desaparecido completamente las pirámides, las inmensas can-
teras de Turra y de Masurah, situadas al Sud del Cairo en la dilatada cadena de Mokattam,
nos revelarían que en este sitio existió en otro tiempo el pueblo más constructor que
baya habido. Los arquitectos de los faraones penetraron hasta las entrañas de esos
montes de roca numulítica del lejano período terciario, con el propósito de encontrar la
piedra compacta que habían menester, no pudiendo dudarse de que las extensas galerías,
los vastos aposentos en ellas practicados corresponden al volúmen de las
las cámaras y
pirámides: cuantos materiales en ellas se emplearon, escepcion hecha de las losas de granito
que constituyen su revestimento, fueron extraídas de dichas canteras. Turra en egipcio
es loroue, nombre que sonó Troya al oido de los griegos: de aquí que dieron á la localidad
el nombre de Troja, y como encontraron entre los trabajadores, prisioneros de guerra