Page 469 - Egipto Tomo 1
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EL CAIRO 385
confia el cumplimiento de determinadas funciones, y los poderes necesarios para llevar a cabo
la realización de sus nuevos deberes. Tales delegados ejercen sobre una ciudad ó un barrio de
la misma una especie de autoridad semi-espiritual, semi-temporal, que en ocasiones les acarrea
graves pesares. Ejemplo de ello es el piadoso especiero del Cairo. Era éste un pobre hombre,
dotado de piadosos sentimientos, que tenia un verdadero deseo de ser admitido en el número
de los ouelis, v para conseguirlo se dirigió á un hombre que gozaba fama de santo, con el
HAMIDA, JOVEN DEL CAIRO
objeto de que le proporcionara una entrevista con el Kutb. Después de habéisele sometido á
varias pruebas de diferente naturaleza, prometiósele acceder á sus deseos, encargándosele que
detuviera al primero que viera salir de la mezquita de
se fuera á la puerta de Ez-Zueleh y
El-Mu’aijad, cercana á la misma. Nuestro especiero obedeció al pié de la letra: presentósele
el Kutb, bajo la forma de un anciano venerable; accedió á su petición, y le ordenó que tomara
bajo su protección el distrito situado al sud de la puerta, con la calle llamada Darb-el-
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