Page 112 - El Islam cristianizado : estudio del "sufismo" a través de las obras de Abenarabi de Murcia
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Publica el "Fosús", el "Diwán" y el "Fotuhat" 105
consagrado a la vida eremítica, en un desierto fuera de Damasco, de-
bió contribuir a ello (1). Las visiones y apariciones se multiplican, con
caracteres de una anormalidad extraordinaria. Una noche del mes de
rebla 2.°, de 627 (1229), sufre una alucinación visual agudísima: so-
bre un fondo de luz roja aparece a sus ojos una figura geométrica de
luz blanca rodeando al nombre howa (El), que expresa para los sufíes
la esencia individual de Dios. A su vista real y sensible, Abenarabi cae
en un deliquio extático (2).
"En la noche en que yo redacté este capítulo (que fué la noche cuarta del
mes de rebla postrero, del año 627, la cual coincidió con el miércoles 20 de
febrero) vi en el éxtasis la esencialidad individual de Dios por modo intuitivo,
su apariencia exterior y su intrínseca realidad, como jamás la había visto en
ninguna de mis anteriores intuiciones; y por causa de esta intuición me sobre-
vino tan extraordinaria ciencia, deleite y gozo, que sólo quien personalmente
la experimentase podría apreciarla. Y lo mejor de esta visión es la imposibi-
lidad, que yo encuentro en mí, de desmentirla, disminuirla o aumentarla. Su
figura la he puesto por ejemplo al margen, tal como fué. El que la copie, que
no la altere:
La figura era de luz blanca sobre fondo rojo, también luminoso... y se
movía dulcemente en sí misma (yo lo vi y me di perfecta cuenta), sin trasla-
darse de lugar ni experimentar alteración en su estado y cualidad."
A fines de moharram de aquel mismo año aparécesele el Profeta
y le entrega un libro, titulado Fosús al-Hícam (Piedras preciosas de
las ciencias), ordenándole que lo publique y comunique a los hombres
para su perfección mística (3).
(1) Mohadara, I, 117: "Estando yo en el desierto de Taimá, aislado de
las gentes, compuse este verso: "El amigo de Dios, el que no tiene otro amigo
que El Misericordioso, con El conversa en la intimidad. Una y otra vez lo trae
a su memoria y llora, cuando se encuentra solo, sin la preciosa joya de su
Amado."
(2) Fotuhat, II, 491. Reproducimos la figura, tal como aparece en la edi-
ción de Bulac.
(3) Fosús, 4.