Page 260 - El Islam cristianizado : estudio del "sufismo" a través de las obras de Abenarabi de Murcia
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El amor platónico a Dios en el islam 249
Entre éstos y aquéllos se sitúan cronológicamente los místicos del
islam, herederos, a este respecto, de la rígida doctrina de Clemente. En
labios de Jesús habían supuesto un apócrifo logion, que desde muy
pronto circuló como auténtica sentencia evangélica en los medios de-
votos. Es un calco fiel de la fórmula clementina y basiliana antes cita-
da, que menosprecia a los que sirven a Dios, como siervos y merce-
narios, por estímulos interesados de temor o esperanza y que reserva el
dulce nombre de amigos a quienes sólo por amor le sirven (1). Alga-
zel, que lo inserta en su Ihía para ponderar la excelencia de la caridad
en términos de evidente parentesco con la doctrina de las epístolas
paulinas y del iv° Evangelio, no deja de insinuar también en otros pa-
sajes el abolengo plotiniano de este subido amor, cuando demuestra
que sólo Dios es digno de que le amemos, no tanto con amor de gra-
titud a título de creador, conservador y benefactor, sino principalmente
por ser el prototipo increado y manantial inexhausto de toda hermo-
sura, en cuya contemplación desinteresada y limpia de finalidades
egoístas se cifra la suma beatitud de las almas perfectas (2).
El tema hinche las páginas de los libros devotos con anécdotas y
casos ejemplares de este amor heroico, cuyos protagonistas, singular-
mente femeninos, lo exaltan en prosa y verso. Imposible aquí traerlos
todos a colación. Exigiría su estudio un libro de propósito. Algunos, de
los más típicos, bastarán para sugerir al lector el tono general de todo
este ciclo de anécdotas. He aquí el más explícito (3)
"Presentóse una devota ante Habán ben Hilal el de Basora, que estaba sen-
tado en medio de sus discípulos, y le dijo:
"¿Hay acaso entre vosotros alguien a quien pueda yo hacerle una pregunta?"
— -"Pregunta lo que quieras", respondieron, señalando a Habán.
— "¿Qué cosa es, a vuestro juicio, la generosidad?", interrogó la devota.
— "Dar con liberalidad a los demás lo que se posee", respondieron todos.
—
"Eso es, replicó ella, la generosidad en las cosas de acá abajo. Pero ¿qué
es la generosidad en la vida espiritual?"
—
"Servir a Dios con ánimo liberal, de buen grado y sin repugnancia."
( 1 ) Cf r. Asín, Logia et agrapha D. Jesu, núm. 84.
(2) Cfr. Ihía, IV, 210 y 218.
(3) Ihía, III, 179.