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Roche Crespo - 67
se reduce considerablemente el riesgo de accidentes al tomar curvas o al reaccionar
frente a situaciones imprevistas.
El control de estabilidad se puede hacer presente ante diferentes maniobras de
conducción como pueden ser giros rápidos del volante para realizar operaciones
evasivas, aceleraciones o desaceleraciones en curva; en secuencia de curvas y
cambios de carril, hay que tener en cuenta que todos los vehículos se comportan de
igual manera y tienen las mismas condiciones previas antes de realizar la maniobra,
pero en el momento en el que se gira el volante se inicia la interpretación de la
información entregada por los sensores, la unidad de mando se pregunta hacia dónde
se quiere dirigir el conductor y hacia dónde el vehículo.
El comportamiento de un automotor en las curvas puede significar la diferencia, ya
que la combinación entre la falta de pericia del conductor y condiciones inesperadas
de la carretera pueden llevar al vehículo al límite; por ejemplo, entrando a una curva a
elevada velocidad o esquivando un obstáculo que se presenta de repente, estas
acciones pueden provocar un subviraje o sobreviraje del vehículo, lo cual es
controlado por el sistema mediante las intervenciones antes mencionadas.
El sobreviraje de un vehículo (a) es la tendencia de desplazamiento del tren trasero;
debido a la inercia del automóvil la parte trasera empuja hacia afuera de la curva (1),
en ese instante (2) el sistema ESP frena la rueda delantera exterior a la curva para
crear un momento de viraje contrario y evitar el derrape (3) que sucedería
normalmente en un vehículo sin ESP al tomar una curva rápida o resbalosa, estas
intervenciones de frenado se denominan frenado activo, ya que se produce sin la
intervención del conductor. El subviraje (b) es en cambio el empuje del tren delantero
(1) hacia la parte externa de la curva; esto significa que el vehículo tiende a seguir
una trayectoria recta (3) por la pérdida de control sobre la dirección; para que esto no