Page 50 - Ominosus: una recopilación lovecraftiana
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oír lo que hay, al menos podrías tener la bocaza cerrada y
escuchar.
—No tengo toda la noche, eso es todo.
—Sí, vale, y quién demonios la tiene, ¿por qué no me dices
eso? Da igual, como estaba diciendo, corría el año cincuenta y
nueve y estábamos en algún lugar de la costa norte de Molokai.
El viejo Coop estaba pescando en la isóbata de los mil metros y
Jerry… te acuerdas de Jerry O'Neill, ¿verdad?
—No —dije, mirando el reloj que había encima de la barra.
—Bueno, da igual. Jerry O'Neill estaba cacareando sobre un
enorme marlín de más de quinientos kilos al que un hombre de
negocios mexicano, de Tijuana, había conseguido echar el
anzuelo hacía solo unas pocas semanas. El pez incluso salió en
los malditos periódicos, no te digo más. Bueno, Jerry dijo que
el mexicano era un indeseable y que deberíamos vigilarlo de
cerca. Dijo que era un pájaro de mal agüero.
—Pero acabas de decir que había pescado un marlín de
quinientos kilos.
—Sí, claro. El tipo sabía pescar, ese chúntaro hijo de puta,
pero estaba metido en no sé qué mierda vudú y tenía unas
monedas de oro que iba tirando por la borda del barco cada
cinco o diez minutos. Como un puto cronómetro, miraba el reloj
y lanzaba una moneda. Doblones de oro o no sé qué historia, no
sé qué eran. A Coop le estaba volviendo loco, porque ya no era
solo que el mexicano no parara de tirar las monedas, es que
además no dejaba de murmurar no sé qué mierda. Coop no
paraba de decirle que se callara de una vez, que la gente estaba
intentando pescar, pero el tipo venga a murmurar, a tirar
monedas y a tirar del pescado. Al final pude ver uno de esos
doblones y en una cara tenía algo grabado que parecía un
puñetero pulpo, y en la otra cara estaba la estrella esa que
parece un pentagrama. Ya sabes, la que usan las brujas y los
magos.
—Foster, todo eso son majaderías. Tengo que estar en San
Francisco a las siete y media de la mañana. —Hice un gesto con
la mano al camarero y puse dos de cinco arrugados y uno de
uno en la barra delante de mí.
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