Page 221 - La sangre manda
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que, según Brad, se percibía ahí. No era mi imaginación. Dice: «Es po… sible
que el artefacto explo… sivo».
Luego ha reproducido un fragmento de sonido de Paul Freeman en el
lugar del accidente aéreo de 1960. Freeman dice: «El pequeño salió despedido
de la parte trasera del avión, todavía en llamas». Y he vuelto a oírlo, Ralph.
Esas breves pausas en salió y trasera. La lengua en contacto con el velo del
paladar para evitar el ceceo.
Brad ha puesto un tercer espectrograma en la tableta. Era la entrevista de
Philip Hannigan a un joven desde la discoteca Pulse, el chico con el rímel
corrido en las mejillas. No he oído al chico porque Brad ha eliminado su voz,
además de todo el ruido de fondo, como las sirenas y las conversaciones de
otras personas. Solo se oía a Hannigan, solo a George, y podría haber estado
allí en el salón con nosotros: «¿Qué has sentido ahí dentro, Rodney? ¿Y cómo
has escapado?».
Brad ha reproducido el fragmento para mí tres veces. Los picos y valles
del espectrograma coincidían con los que seguían expuestos encima: los de
Freeman y Ondowsky. Esa era la parte técnica, y yo la percibía, pero lo que
de verdad me ha afectado, lo que me ha producido escalofríos, eran esas
breves pausas. Mínima en qué has sentido, pero muy clara en escapado, que
debe de ser una palabra especialmente difícil para alguien con ceceo.
Brad me ha preguntado si me quedaba convencida, y he dicho que sí.
Alguien que no hubiera pasado por lo que nosotros pasamos habría albergado
dudas, pero a mí me ha convencido. No es como nuestro visitante, que tenía
que hibernar durante sus transformaciones y no salía en los vídeos, pero desde
luego es pariente cercano de ese otro ser. Hay mucho que no sabemos sobre
esas criaturas, y supongo que nunca lo sabremos.
Ahora tengo que cortar, Ralph. Hoy no he comido nada más que un
pastelillo y un bocadillo de pollo. Si no tomo algo pronto, puede que me
desmaye.
Después más.
15
Holly hace un pedido a Domino’s: una pizza vegetariana pequeña y una Coca-
Cola grande. Cuando aparece el joven, ella decide la propina conforme a la
regla de oro de Bill Hodges: el quince por ciento de la cuenta si el servicio es
correcto; el veinte si el servicio es bueno. Ese joven es diligente, así que le da
de propina la cantidad completa.
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