Page 152 - MITOS GRIEGOS e historiografía antigua
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maestro. Formado en un medio intelectual jónico, Heródoto3 vivió una
experiencia sin precedentes: el contacto con la Atenas de Pendes, la
ciudad que se enfrentó y venció a los persas (Guerras Médicas). Puesto
en contacto con personas que habían combatido en la gran guerra,
Heródoto concibió la idea de narrar no sólo la victoria de los griegos,
sino también cómo Persia fue creciendo poco a poco hasta chocar con
el pueblo helénico. Su obra fue un intento genial de poner las bases de
una gran historia. Pero la historia de Heródoto es todavía una ciencia
primitiva. En ocasiones su crítica de testimonios es infantil (lo que no
le priva ciertamente de frescura y valor literario). Su visión de la con
ducta humana es fundamentalmente religiosa. Para él la divinidad do
mina y dirige los hilos de la historia.
Será Tucídides4 quien dé el gran paso de la historiografía helénica
al excluir de sus relatos todo elemento mítico y religioso. Fue también
una guerra lo que despertó en Tucídides su conciencia de historiador: la
lucha entre Atenas y Esparta desde el 431 al 404 a. C. Su punto de vista
al narrar la guerra era, sin embargo, opuesto al de Heródoto. Un primer
rasgo diferencial estriba ya en la elección del tema: Heródoto se había
ocupado de hechos pasados, mientras que Tucídides escoge un aconte
cimiento estrictamente contemporáneo: la guerra del Peloponeso en la
que él mismo tomó parte.5 Si para Heródoto los dioses eran los motores
de la historia, para Tucídides serán los planes; las ambiciones y los
designios de los estadistas, el poder de los Estados y la ambición de
poder. De este modo se ha pasado de una historia teocrática a una histo
ria política. Y es política por un doble sentido: por un lado porque se
3 Sobre Heródoto puede recurrirse a algunas excelentes obras generales sobre historiadores
griegos, como las de Bengston y Bury (The Ancient Greek Historians, London 1909), o de
Momigliano. También en A. Lesky, Historia de la literatura griega, Madrid 1976; A.
Momigliano, La historiografía griega, Madrid 1984,134 ss.; particularmente interesante
es el estudio de J.S. Lasso, «La objetividad del historiador en Heródoto», en De Safo a
Platon, Barcelona 1976, 171 -236; J. Hart, Herodotus and Greek History, London 1993;
P. Payen, Les îles nomades. Conquérir el résister dans l ’Enquête d 'Herodote, Paris 1997.
4 F.M. Conford, Thucydides mythistoricus, London 1907; C.N. Cochrane, Thucydides and
the science of history, Oxford 1929; M.P. Stahl, Thukydides, München 1966; J. Finley,
Three Essays on Thucydides, Cambridge, Mass. 1967.
5 B.S. Strauss, Fathers and Sons in Athens. Ideology and Society in the Era of the
Peloponnesian War, Princeton Univ. Press, 1994; D. Plácido, La sociedad ateniense. La
evolución social en Atenas durante la guerra del Peloponeso, Barcelona 1997; G.
Cawkwell, Thucydides and the Peloponnesian War, London 1997; J. Ober: The Atenían
Revolution. Essays on Ancient Greek Democracy and Political Theory, New Jersey 1999.