Page 63 - MITOS GRIEGOS e historiografía antigua
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     propio Suidas, que en otro lugar menciona a un tal Paléfato «Aegyptio»
     (siglo II a.C.) autor de unaAigiptiakén Theologian.
        Se trasladó a Atenas siendo adolescente, en el 340, a los dieciocho
     años de edad si se acepta, siguiendo a G. Veludo,8 que nació en el 358.
     Se supone que conoció a Aristóteles en Asia, en la corte de Alejandro,
     y que una vez trasladado a Atenas fue su discípulo. Paléfato escribió en
     Atenas la mayor parte de su obra, y era conocido como «el ateniense».
        Estas noticias lo sitúan, pues, contemporáneo de Aristóteles, en una
     época en la que el racionalismo histórico estaba representado por
     Éforo.9 Éforo fue el primero en escribir una historia universal después
     de Heródoto,10 con una actitud crítica frente a la tradición mítica, al
     estilo de Paléfato; deja de tratar la era Arcaica, cantada sólo por los
     poetas, que, según él, sólo sirven para «encantar y engañar a los hom­

     bres».11 Esta historia de Éforo, y otra obra suya «acerca de los inven­
     tos» están impregnadas del espíritu racionalista de Jenófanes de Co­
     lofón, «que dudaba de todas las cosas»,12  pero a quien se atribuían
     nuevas técnicas de agricultura y un vivaz espíritu descubridor. En
     este contexto intelectual hay que situar a Paléfato.
        La obra de Paléfato Perí apíston puede traducirse por Acerca de lo
     increíble o Historias increíbles. No es historia, sino mitografía escrita
     con los presupuestos históricos de racionalismo y verosimilitud. Estas
     coordenadas teóricas respecto a la historia quedan, por supuesto, ex­
     cluidas del estatuto científico (verifícable) que hoy tiene.
        C. García Gual13  asegura que Paléfato fue «un mediocre escritor
     que nos sorprende por una obra anecdótica y facilona», y que en la
     interpretación de este autor hay una «asombrosa trivialidad», que no
     hay que reducir los mitos, mensajes aparentemente profundos y filosó­
     ficos, a su ingenua apariencia y banalidad. Creo que esta misma opi­
     nión reaccionaria pudo escuchar de sus contemporáneos. Es cierto que
     no basta con desmontar «la maquinaria mítica», sino explicar también

      8 Le Cose Incridibile di Paléfato tradotte e ilústrate da G.  Veludo, Venezia 1843. Según la
        noticia de Suidas en los Excerpta, fue el año 344.
      9 Aunque antiguo, todavía es imprescindible consultar sobre este historiador la obra de G. L.
        Barber, The Historien Ephorus, Cambridge 1935.
      10 G. Cruz Andreotti, «Heródoto y Gades», 5oeft'ca,  13,1991, 157-166.
      " Frag.  1 (Jacoby).
      12 Edit Diels, fr. 21Bi, 42; A. Leski, Historia de la literatura griega, Madrid 1976, 235-237.
      13 C. García Gual, La mitología. Interpretaciones del pensamiento mítico, Barcelona 1987,
        51.
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