Page 67 - MITOS GRIEGOS e historiografía antigua
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M itos griegos e H istoriografía A ntigua                     75

     que en un viaje de exploración a la Arabia Felix llegaron casualmente
     a una isla llamada Panchaia, cerca de la costa de India, que estaba habi­
     tada, aparte de los autóctonos, por escitas y cretenses. La población
     dividida en tres clases (sacerdotes, guerreros y campesinos) vivía en un
     estado teocrático.19 En aquella isla Evémero encontró una columna de
     oro con noticias sobre Zeus, Urano y Cronos y otros dioses que no eran
     sino personajes de una dinastía que reinó allí. Tras múltiples intrigas y
     viajes Zeus fue a parar a Creta, donde muere, y es venerado.20
        Las obras de Paléfato y Evémero suponen un ateísmo integral. Es
     una traslación al plano religioso de lo que en ciencia (filosofía) habían
     hecho  contemporáneamente  los  epígonos  de  Aristóteles,  los
     peripatéticos21  (Dicearco de Mesenia y Estratón de Lámpsaco) que re­
     negaron de la filosofía especulativa y centraron su atención en la obser­
     vación directa de la naturaleza, lo que suponía una ruptura con el teísmo
     aristotélico. Dice Estratón: «no necesito la ayuda de ningún dios para
     explicar la estructura del mundo».22 En este mismo horizonte se sitúan
     Paléfato y Evémero: los dioses son hombres divinizados a su muerte en
     relación a sus méritos; la heroización de difuntos necesitaba aposteriori
     una trama verbal (literaria) en que apoyarse. La superposición y trans­
     misión de series arguméntales homogéneas es lo que en cada caso con­
     figura el episodio mítico. Las teorías racionalistas fueron duramente
     atacadas;23 sin embargo en la primera mitad del siglo Π a.C., Filócoro
     aplica en su historia primitiva del Ática una explicación historicista a la
     manera de Paléfato, porque está convencido de que «los poetas mien­
     ten mucho».24 Para Diodoro mitología y religión son la misma cosa y,
     frente a ellas, está la historia «que pregona la verdad».25 En la misma
     línea hay una obra que merece ser reconsiderada: la Historia fenicia de



      19 Curiosamente coincide con la teoría trifuncional defendida por G. Dumézil, Los dioses de
        los indoeuropeos, Barcelona 1970, y Mito y  Epopeya I-La Ideología de las tres funcio­
        nes en las epopeyas de los pueblos indoeuropeos, Barcelona 1977.
      20 Cf. Cic. De nat. deor. III, 21, 53; y Diod. III, 61.
      21 E. Wehrli, Die Schule des Aristoteles I, Basilea 1945.
      22 Cic. De nat. deor. I, 13, 35; Plut. adv. Col.,  14, 3.
      23 Calimaco le reprochó frivolidad (Cal .frag. 86; Himnos, I, 87, 6); Eratóstenes le tachó de
        embustero (en Str. II, 3,5) y Plutarco acusó aÉvémero de haber propagado el ateísmo por
        el mundo (Plut. Isis y  Osiris, 234).
      24 Muller, FHGr. I, 384, fig. 1.
      25 Diod I, 1,3,7.
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