Page 70 - MITOS GRIEGOS e historiografía antigua
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78 S. P erea Y ébenes
les dice que él tiene el Ojo, añadiendo que no se lo dará
si no le declaran dónde está la Gorgona.
50 Y las amenaza con la muerte si no se lo decían. Medusa
se negó a decirlo, pero lo declararon Esteno y Euríale.
A Medusa la mata, y a las otras les da el Ojo, y, toman
do a la Gorgona,
55 la despedazó, y llenando la nave, puso sobre ella la cabe
za de la Goigona, y llamó Goigona a la nave.Navegando
en ella obtenía riquezas de los isleños, y mataba a los
que no se las daban. Navegando así, reclamó riquezas a
los de Sérifo.
60 Ellos le pidieron un día para reunirle los bienes, pero
amontonando piedras del tamaño de hombres, las pu
sieron en la plaza, y se marcharon, abandonando Sérifo.
65 Perseo, al volver de nuevo con la nave para reclamar las
riquezas, no encontró hombres, sino las piedras del ta
maño de hombres. (Por esto) Perseo decía a los isleños
que no le daban las riquezas: «Cuidad no os ocurra lo
de Sérifo, que se petrificaron mirando la cabeza de la
Goigona, no sea que también sufráis lo mismo».
Comentario
Dividiré el Comentario en tres apartados: a) referido a las líneas 1-
14 del texto, donde Paléfato nos habla de la tradición mítica que no se
deber creer, porque lo que se cuenta no es humanamente factible; b) del
resto del texto haré una primera lectura centrada en los aspectos geográ
ficos y políticos; y c) no de manera excluyente, sino complementaria del
anterior, mi reflexión aquí se centrará en algunos aspectos de los tipos de
contactos de los navegantes griegos con los indígenas de las tierras que
visitan, dentro del marco general de la «colonización heroica».
Perseo y Gorgona en las tradiciones literarias
Cuando Paléfato dice «sobre esto corre una leyenda muy ridicula»
(lin. 1), se refiere, por supuesto, a las Goigonas, las hijas de Forcis,
según figura en el enunciado de su capítulo, y de Ceto, la madre, cuya
mención se omite en todo este episodio. Hasta esa época, el siglo IV