Page 69 - MITOS GRIEGOS e historiografía antigua
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griegos E H istoriografía A ntigua

           ellas les robó el Ojo, y les dijo que no se lo daría si (antes)
             no le dicen dónde estaba la Gorgona. Ellas se lo dicen.
           10 Y él cortándole la cabeza, vino a Sérifo, y enseñando la
             cabeza a Polidectes, le petrificó. Todavía es más ridícu­
             lo que un hombre vivo se petrificara viendo la cabeza
             de un muerto. Pues ¿qué fuerza tiene el muerto?
           15 Forcis era habitante de Kemé. Los de Kemé son de raza
             etiópica y habitan la isla de Kemé, allende las colum­
             nas de Hércules, cultivando la Libia junto al río Annon,
             frente a Cartago, y tienen mucho oro.
           20 Forcis era el rey de estas islas más allá de las columnas
             de Hércules (son tres), y hace una imagen dorada de
             Atenea. Los de Kemé llaman Goigona a Atenea, lo mis­
             mo que los tracios llaman Bendis a Artemis, y los cre­
             tenses Dictina, y los espartanos Upis.
           25  Forcis muere antes de poner en el templo la imagen,
             dejando tres hijas, Esteno, Euríale y Medusa. Estas no
             quisieron casarse con nadie, y repartiéndose la hacien­
             da, cada una mandaba en una isla.
           30  Acerca de la Gorgona, no quisieron ni colocarla en el
             templo, ni partirla, sino que la tuvieron por tumo como
             un tesoro. Forcis tenía un amigo, hombre valiente y bue­
             no, a quien recurría en todos sus negocios como a su
             Ojo.
           35  Perseo, fugitivo de Algos, pirateaba el mar con los bar­
             cos y el poder que poseía. Enterado de que por allí ha­
             bía un reino de mujeres, rico en oro y escaso en varo­
             nes, va para allá.
           40  Inspeccionado primero  el  estrecho,  entre Kemé y
             Sarpedón, navegando de una a otra, se apoderó del Ojo.
             Este le dice que no tiene nada digno de tomarse aparte
             de la Gorgona, y le indica su cantidad de oro. Las jóve­
             nes, viendo que no venía el Ojo a su parte, según lo
             acordado, se juntaron y entre sí pedían el Ojo una a la
             otra.
          45 Pero al persistir la privación, se preguntaban qué ocurría.En
             esto, navega hacia ellas Perseo, encontrándolas juntas,
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