Page 74 - MITOS GRIEGOS e historiografía antigua
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82 S. P erea Y ébenes
Y así se hizo. Perseo gobierna en Tilinto, fortifica Mideia y Micenas.
De Andrómeda tuvo éste siete hijos, y por el último de sus varones,
Electryon, Perseo sería el bisabuelo de Héraclès.35
Volviendo a nuestro texto vemos a Perseo preguntando a las Grayas
por el lugar donde habita Gorgona, a cambio del ojo que les había roba
do. Gorgona posee más valor que aquello que el ojo representa. Va a
donde está Gorgona, la mata y vuelve a Sérifo (lin. 10), donde, mos
trándola, petrifica a Polidectes. De nuevo vemos razonar a Paléfato en
contra de la incredibilidad mítica: «Todavía es más ridículo pensar que
un hombre vivo se petrificara viendo la cabeza de un muerto. Pues ¿qué
fuerza tiene el muerto?» (lin. 12-14). Esta última frase procura una gran
fuerza expresiva y disuasoria al lector, como diciendo : «no se crea nada
de esto». Y a continuación propone su versión racionalizada de los acon
tecimientos.
Pero ¿qué historicidad se puede dar a un mito heroico, por muy
racionalizado que éste se nos presente? La respuesta es que, sensu stricto,
ningún valor, pero defiendo la opinión de V. Propp36 en el sentido de
que los mitos esconden algo más que un cuento maravilloso, siendo
éstos la transformación idealizada de una cultura muerta. Las narracio
nes se fijan a partir de arquetipos y repeticiones funcionales, y ese rela
to es el enunciado de una trama lógica, posiblemente pretérita, históri
ca. A posteriori la función del mito sería actuar de bisagra entre un
pasado confuso y un presente que no necesitaba conocer los detalles
escabrosos.
Otro efecto clave de las leyendas, y esto sí es posible históricamen
te, es el de propaganda, un efecto de dominio y de relaciones políticas
en el ámbito colonial, en que las leyendas heroicas, y las ciudades que
las originan, crean una conciencia de patria y unas aspiraciones que se
35 Este resumen se basa en Hes. Theog. 274-281; Escudo 216-231, Paus. Perieg. V, 18, 5;
Ferec. Schol. Ap. Rod 1091,1515 (Fr. Hist. Gr. I, 75, frag. 26), Apolod. Bibi. II. 4, 1,1;
Ovid. Met. IV, 765 ss.; Serv. Ad. Virg. Aen. VI289; Diod. II, 54; Plin. N.H. VI, 35; Hygin.
Astr. poet. II, 12, y Fab. Paso por alto algunas reflexiones sugerentes en tomo al mito en su
totalidad, y que habría que inscribir dentro de los conceptos y procesos recíprocos de enga
ño, regalo, intercambio, de sacrificio, del matrimonio, etc. y acerca de las cualidades de la
mujer como ser deseado y de sus propiedades físicas: juventud, sexualidad, vejez y muerte;
así como una referencia a la riqueza simbolizada por el oro. En este sentido puede verse
con provecho, J.P. Vemant y M. Detienne, Les ruses de l 'inteligence. La métis des grecs,
Paris 1977, y F. Buflière, Les Mythes d'Homère et la pensée grecque, Paris 1956.
36 V.J. Propp, Morfología del cuento, Madrid 1972 (reed.), 131.