Page 78 - MITOS GRIEGOS e historiografía antigua
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del río Tarteso,48 pero también de aquellos objetos productos del co
mercio atlántico. El episodio de la captura de los bueyes de Gerión
hace de Hércules la figura paradigmática del héroe civilizador.49 En
época arcaica esta tradición está estrechamente ligada a la coloniza
ción eubea, y llega a Roma, donde Hércules actúa, igualmente, como
dios civilizador, pues su culto en el Ara Máxima interrumpe y sustituye
la práctica ancestral de los sacrificios humanos.50
Heródoto insiste (III, 115-116) en llamar a este océano «mar exterior»
o «la periferia del universo» refiriéndose a las rutas del estaño al otro lado
de las Columnas de Hércules en dirección a las Islas Británicas o la
Armórica. Este metal no existía prácticamente en el Egeo y era impres
cindible para el armamento, base del poder militar y político. Avieno51
sugiere que los tartesios mantuvieron contactos regulares con los
armoricanos o británicos, y Ps. Scimno (164-166) cita el estaño céltico en
el primer rango de los metales ofrecidos por el mercado tartésico.52
48 D. Plácido, «Estrabón III: el territorio hispano, la geografía griega y el imperialismo roma
no», Habis 18-19, 1987-1988, 243-256; D. Plácido, «Realidades arcaicas de los viajes
míticos a Occidente», Gerión 7,1989,41 -51 ; G. Cruz Andreotti, «Estesícoro y Tartessos»,
Habis, 20, 1991, 49-62. Ver también: M. Curtí, «L’elmo caduto? A note a Stesicoro,
Gerioneide, S. 15 Davies», ZPE 105, 1995,1-5.
49 B. D’Agostino, «Eracle e Gerione: la struttura del mito e la storia», AION(Arch). n.s.2,1995,
7-13. C. Jourdain-Annequin, «De l’exploit héroïque à la biographie», en M.M. Mactoux &
G. Geny (eds.), Le discours religieux dans l ’Antiquité, Paris 1995, 93-114. E. Smadja,
«Héraclès, héros, et dieu: mythe et histoire», DHA, 21, 1995, 241-246. J.C1. Carrière,
«Héraclès, de la Méditerranée à l’océan. Mythe, conquête et acculturation», en M. Clavel
Lévêque & R Plana (eds.), Cité et Territoire, Paris 1995, 67-87.Finalmente, M. Oria,
Hércules en Hispania: una aproximación, Barcelona 1996.
30 R. Pichón, Hombres y cosas de la Antigua Roma, Madrid 1928, cap. II: «La leyenda de
Hércules en Roma». 65-118.
31 Or. mar. 96-98 y 113-114.
52 Sobre las posibles rutas Iberia-Islas Británicas, vid. F. Reyniers, «De l’Iberie aThule», RIO
19,1967,1-11 y20, 1968, 11-130. Esta ruta marina para la obtención del estaño debió ser
alternativa a la vía terrestre a través de Francia, que unía las Islas Británicas con Etruria o
Marsella, vid. Ju.B. Tsirkin, «The Tin Route and the Nothem Trade of Massalia», VDI,
1968,96-104, y R. Dion, «Le transport de l’étain des îles Britanniques à Marseille à travers
la Gaule preromaine», Actes 93 Congrès Nac. Soc. Savantes. Tours 1968, Paris 1970,
423-438. Acerca de las navegaciones griegas en el Atlántico, vid., Hdt. IV, 152 ss. Sobre el
viaje de Coleo: Ju. B. Tsirkin, «Las primeras navegaciones griegas en el Océano Atlánti
co», VDI, 1966, 116 ss.; P. Dixon, The Iberians of Spain and their relations with the
aegean World. Oxford 1940; V.l. Kozlovskaja, «The Kings of Tartessos», VDI, 1966,93-
104; V. Tackholm, «Neue Studien zum Tarsis-Tartessos-problem», Opuscula Romana 10,
1974-1075,41 ss. F. Benoit, «La competition commercial des Pheniciens et des Hellenes.
Ambiance ionienne au royaume de Tartessos», RSL, 30,1964,115-132; G. Trias, «Econo
mía de la colonización griega», en Estudios de economía antigua de la Península Ibérica,
Barcelona 1968, 99-115.