Page 88 - MITOS GRIEGOS e historiografía antigua
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        «Estas hermanas no quisieron casarse con nadie» (lin. 27), frase
     que situada en su contexto debe referirse a que «no quisieron casarse
     con nadie extranjero». Parece deducirse por el «no quisieron» que fue­
     ron pretendidas (estas islas) pero decidieron no unirse o aliarse con lo
     foráneo, sino al contrario mantener su independencia y poseer la ima­
     gen de Gorgona (lin. 29-30) por tumo, sin partirla y sin colocarla en el
     templo -¿implicaría ello una imposición aculturativa griega?-, «guar­
     dándola como un tesoro» (lin.  31), porque en definitiva «la imagen
     dorada de Gorgona» (lin. 21) significaba algo material: oro y riqueza.
      Si esta riqueza provenía de la isla de Kemé, del Atlas, de la ruta atlán­
     tica o de Tarteso no se puede determinar, pues fuera acaso de todos los
     sitios acrónica o sincrónicamente. El oro era pues la seña de identidad
     del mítico Occidente, de límites imprecisos y discutidos, pero que invi­
     taba a venir a los héroes y no héroes, a los griegos de los mitos y a los
     griegos de la verdadera colonización.83

        Un héroe engañado

        «Perseo, fugitivo de Argos, pirateaba el mar con los barcos y el po­
      der que poseía»  (lin.  34-35).  Esta frase de Paléfato, por su radical
     racionalización, suena a herética, y haría ruborizarse al propio héroe si
      le escuchara, al verse desenmascarado. Pero de ella entresaco tres pala­
      bras claves que sí admiten una consistencia histórica: fugitivo, piratería
      y poder. Y es un poder fundamentado en eso: en los barcos y en ese
      «navegar solitario» (lin. 8) por el mítico Occidente que se deduce del
      texto, aunque luego Perseo actúe también en Sérifo (lin. 59 ss.) en las
      Cicladas septentrionales.
        «Enterado de que por allí...» (lin. 36), pero ¿enterado cómo? ¿Había
      acaso un intercambio de información entre los navegantes? ¿O acaso
      solicitaban o exigían información de los puntos costeros que tocaban?
        «... de que por allí había un reino de mujeres, rico en oro, y escaso de



      83 A. Jodin, «Les Grecs d’Asie et l’exploration du litoral marocain», Homenaje a Garcia y
        Bellido, 2, 1979, 57-91; L. H. Jeffery, «The Pact of the First Settler at Cyrene», Historia
         19,1961, 139-147; E. Ripoll - E. Sanmartín, «La expansión griega en la Península Ibéri­
        ca», Congreso Int. Est. Cult. Médit. II, Barcelona 1978; B.B. Shefton, «Greeks and greek
        imports in the South of the Iberian Península», MB, 8,  1982; J. Alvar, «El comercio del
        estaño atlántico durante el periodo orientalizante», Μ/ΙΛ, 4,1980; N. Santos, M. Picazo,
        op. cit.,  143 ss.
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