Page 84 - MITOS GRIEGOS e historiografía antigua
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        En las líneas 21-24, se lee:  «(Forcis) hace una imagen dorada de
     Atenea. Los de Kemé llaman Gorgona a Atenea, lo mismo que los tracios
     llaman Bendis a Artemis, y los cretenses Dyctinay los espartanos Upis».
     Los autores antiguos74 explican cómo, dentro del mecanismo coloniza­
     dor y fundacional, el levantamiento de templos y la erección de esta­
     tuas  sagradas era más que una simple anécdota:  era la legitimación
     divina de su presencia en tierra extranjera,75  un acto sacralizado; pero
     al mismo tiempo era un elemento de desestabilización ideológica en un
     mundo indígena que ya tenía sus propios dioses. No hay que olvidar, en
     su aspecto pragmático, el beneplácito colonizador de Delfos. No todo
     era pura religión. Este santuario recibía beneficios de las colonias, pues
     era depositario del diezmo de los botines de las victorias obtenidas en
     ellas.
        Delfos no sólo era el santuario más famoso intemacionalmente sino
     también el más rico. Según este texto, literalmente Gorgona era una
     divinidad local de rango equivalente a Atenea, o acaso era Atenea mis­
     ma. Ignoro si Paléfato en este punto confunde la tradición o, al contra­
     rio, da una sugerente alternativa. Recuérdese que el viaje de Perseo al
     Occidente mítico está auspiciado por Atenea, que  le da los objetos
     mágicos y al final le exigirá la cabeza de Gorgona como un «poder
     sometido» del que la diosa se jactará poseer. De una lectura llana se
     deduce el interés de Atenea por dominar a otra divinidad indígena. Pero
     ¿qué hay detrás de cada divinidad, y qué intereses representan? ¿Están
     respaldadas por una clase dirigente, o es una proyección pragmática de
     la propaganda délfica? ¿Responde esa implantación religiosa a una ini­
     ciativa de los propios comerciantes y colonos? ¿O son reflejo de los
     impulsos religiosos naturales de la población emigrada? Nada se puede
     asegurar, pero sí reflexionaré acerca de algunas cuestiones, juego de
     relaciones y dominios vistos desde la estructura interna de los persona­
     jes míticos:
        Heródoto siempre se refiere a los santuarios fundacionales erigidos
     a Artemis Efesia, pero no a Atenea. Atenea sin embargo guarda una
     relación muy estrecha con Gorgona. Curiosamente Atenea nace en el



      74 Hdt. I, 163; I,  166; IV, 1, 4, y 5; Paus. X, 8 6 y 18, 7.
      75 O. Murray, Grecia Arcaica, Madrid 1981,  114. W.G. Forrest, «Colonisation and the rise of
        Delphi», Historia, 6, 1957,  160-75.
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