Page 86 - MITOS GRIEGOS e historiografía antigua
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     inclina a pensar que tuviera un origen autóctono y no importado por los
     griegos, cuyas divinidades respondían a tipos mucho más elaborados.
     Según Apolodoro (III, 2,3) la diosa fue criada en su infancia por el dios
     Tritón. El lago del mismo nombre, en Libia, tenía una hija llamada
     Palas. Entre las dos niñas, Palas y Atenea, surgió una disputa, pero en el
     momento en que Palas iba a herir a Atenea, Zeus se interpuso colocan­
     do su égida delante de Palas, quien no pudo parar el golpe y cayó mor­
     talmente herida. En la leyenda de Perseo es éste quien interpone sus
     armas dadas por Atenea para no mirar a Gorgona, que petrifica con su
     mirada, y matarla. Por tanto Zeus en un caso y Atenea en otro incorpo­
     raron a su égida el emblema de la cabeza de Gorgona.
        ¿Es pues Palas = Gorgona = divinidad indígena que tras una disputa
     por el poder iba a intentar herir a la diosa griega? ¿Es Atenea quien
     vence y suplanta la personalidad de Gorgona? Hemos visto que Zeus y
     Perseo tienen actuaciones idénticas con Palas y Gorgona, respectiva­
     mente. Hay una constante dominador/dominado, y muchas coinciden­
     cias no advertidas anteriormente entre estos dos personajes míticos que
     requieren una revisión sistemática. Perseo era hijo de Zeus. Perseo es
     colocado por la tradición al lado de Héraclès, Teseo, etc., un tipo de
     héroes que han pasado como «culturizadores».
        Esta culturización se sitúa en una relación dominio/dominado. Esta
      función del héroe ha sido muy bien estudiada desde el materialismo
     histórico por C. Jourdain-Annequin para el caso de Héraclès.80 Un tex­
     to de Diodoro (4,24,1 -6) alude a las ceremonias que Héraclès instituye
      en Agyrion, en cuanto regresa al Peloponeso con los bueyes de Gerión.
      Se encuentran en estas fiestas reliquias de un ritual inicático que Diodoro
     no entiende. Otras prácticas locales muestran que el caso de Agyrion
     no es aislado y que Héraclès ejerció desde época muy antigua un papel
      integrador entre sociedades, entre culturas, entre grupos sociales, e in­
      cluso entre las distintas edades de la vida de un mismo hombre, lo que
     explica su presencia entre los efebos.81


      80 C. Jourdain-Annequin, «Héraclès, latris et doulos. Sur quelques aspects du travail dans le
        mythe héroïque», DHA, XI, 1985,487-538 y «Héraclès, héros culturel», CRDAC, 11,1980-
         1981, 9-29.

      81 C. Jourdain-Annequin, «A propos d’un rituel par Iolaos à Agyrion: Héraclès et l’initiation
        des jeunes gens», en A. Moreau (ed.), L ’initiation, I. Les rites d ’adolescence et les mystères,
        Montpellier 1992,121-141. Sobre el Héraclès mítico en occidente y su papel culturizador
        en el occidente: M. Bendala, «Héraclès en España», Rev. de Arqueología, 32,1983,35-41;
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