Page 284 - Abrázame Fuerte
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Capítulo 40
Dime que sí,
compañera,
marinera,
dime que sí.
Dime que he de ver la mar,
que en la mar he de quererte.
Compañera,
dime que sí.
RAFAEL ALBERTI
Ocho de la mañana
La mamá de Marcos despierta a su hijo con un buen desayuno en la cama. La
mujer está más contenta que de costumbre. El día anterior, Marcos le dio una
lección sin querer, y eso ha hecho mella en ella.
El chico está en las nubes. Por primera vez en mucho tiempo, su madre lo
despierta con buen humor y un « buenos días» , y sin decirle nada de lo que
últimamente está acostumbrado a oír: « Levántate y ordena tu cuarto, que parece
un mercadillo» .
Es la primera vez que, desde que viven solos y en el nuevo piso, los dos notan
que, por fin, vuelven a ser una familia normal.
—Marcos, esta noche he estado dándole vueltas a una cosa… —El chico
espera a que ella continúe. Sabe que su madre ha tomado una decisión, y él
tendrá que acatarla, sí o sí. Antes de continuar, su madre sube la persiana—. La
habitación de los trastos, ¿sabes? —« Ahí está, seguro que quiere que la limpie» ,
piensa el chico mientras da un mordisco al cruasán—. He pensado en limpiarla.
Quiero tirar muchas cosas, y poner plantas…
—¿Quieres poner plantas en esa habitación? Pero ¡si no tiene ventanas! —
responde el chico, algo confundido.