Page 102 - Lara Peinado, Federico - Leyendas de la antigua Mesopotamia. Dioses, héroes y seres fantásticos
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deramente, eres tan querido como las joyas de mi garganta. ¡Ala
bado seas, Enmerkar, hijo de Utu!
El señor agradeció las sagradas palabras de Inanna y, haciéndole
caso, escogió de entre sus tropas a un mensajero inteligente, que
tuviera fuertes muslos. Una vez en su presencia, le dijo a éste:
— Mensajero, ¿adonde llevarás el gran mensaje de la inteligente
Inanna? Sube a las cordilleras de Zubi, baja con él de ellas, que las
gentes de Susa hasta las montañas de Anshan te saluden cual raton-
cillos por respeto hacia ella, y que las gentes de todas las cordille
ras, que se han poblado por sí solas, a una palabra, se arrastren en
el polvo por respeto hacia ti.
Dicho esto, Enmerkar, después de indicarle que se equipara con
todo lo necesario para el camino, le continuó diciendo:
— Mensajero, cuando hayas hablado con el señor de Aratta y
dado detalles, dile lo siguiente: «Que no tenga yo que hacer que
su ciudad vuele de él como las palomas salvajes de su árbol, que
no tenga que hacerla volar como pájaros fuera de sus nidos, que
no tenga que valorarla según el precio corriente del mercado para
esclavos, y que no tenga que amasar polvo en ella como en una
ciudad destruida. Que Enki no tenga que maldecir a Aratta como
un asentamiento abandonado y que no tenga que destruirla tam
bién, como los lugares que otras veces ha destruido. Inanna se ha
alzado por. ella, ha gritado por ella, ha emitido lamentos por ella.
Que no tenga que ahogarla además con una ola de inundación
como las olas con las que ella ahoga.»
El rey Enmerkar se detuvo un instante en la exposición del men
saje que le estaba dando. Tras cerciorarse de que su mensajero iba
reteniendo las palabras que le decía, prosiguió en su alocución:
— «Ello ocurrirá — dile así— a no ser que Aratta empaquete
oro en forma de pepitas en bolsas de piel, haya alineado con él
plata purificada en forma de polvo, haya añadido sacos de piedras
preciosas, amarrado bolsas de silla de montar en los lomos de los
asnos de todas las montañas, y no lo enviara todo a mí, cuya ima
gen está en el sagrado corazón de Enlil y en el de Nudimmud,
esto es, en el corazón de Enki en cuanto creador del hombre. Que
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