Page 149 - Lara Peinado, Federico - Leyendas de la antigua Mesopotamia. Dioses, héroes y seres fantásticos
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igual  que  Damgalnuna, la  esposa de  Enki, que  en  nuestro  Emah  es
     princesa.  Lisigun,  el  de  Urshaba,  tiene  también  una  gran  preocu­
     pación.
        Lil,  que apenas  oía  los  sollozos  y  las  palabras  entrecortadas  de
     su  hermana   Egime, pudo  hacer un  esfuerzo  de  desesperación  divi­
     na. Su  espectro  no  le  dejaba revivir, pero  su  buen  abgallu, la  poten­
     cia  sabia  que  corría  por  su  ente,  le  animaba  a  sobrevivir,  a  volver
     al  empíreo,   a  subir  a la  otra  montaña, a la  montaña  de  arriba.
       —Ya  sé que  eres  un  dios, pero  el  haber  caído  en  las  garras  de
     la muerte hace que yo  te deba tratar como a un hombre — le decía
     su  abgallu— .  ¡Oh hombre, tu madre con sus sollozos  no deja  repo­
     sar  a  la  reina  de  los  Infiernos!  ¡Tu  madre  Gashan-hursaga,  con  sus
     lamentos,  no  la  deja  reposar!  ¡Egime,  apenada  por  tu  causa,  no  la
     deja reposar!  No  les  hagas  exhalar más: «¡Ay  de mí!»  ¡Levántate  del
     lugar  donde  yaces!
       Lil, desde  la lejanía, respondió  a  su  hermana:
       — ¡Libérame,  hermana  mía,  libérame!  ¡Oh  Egime,  libérame!
     ¡Hermana, no  me  hagas  reproches: yo  ya  no  soy  un  dios  que  goza
     de la vida!  ¡He  quedado  equiparado  a los  hombres, para  quienes se
     decretó la muerte!  ¡Oh madre mía, no me hagas tú tampoco  repro­
     ches!  El lugar donde  reposo  es  el  Polvo  de  la Tierra. Es  el  Kur, la
     montaña  adonde  se  desciende,  el  Infierno.
       La  voz  de  Lil  llegaba  apenas  perceptible  a  los  oídos  de  la  triste
     Egime,  quien  desde  las  regiones  incorpóreas  lamentaba  la  pérdida
     del  hermano. Éste  padecía  en  el  Más Allá. Pero  desde  aquel  lóbre­
     go  lugar  todavía  sacaba  fuerzas para  seguir hablando:
       ----¡El lugar  donde  reposo  es  el Polvo  de  la Tierra, reposo  entre
     demonios  malvados!  Mi  sueño  es  angustia.  Descanso  entre  seres
     infernales. ¡Hermana mía, no me puedo levantar de mi lecho!  ¡Que
     mi  madre, que  tanto  se  preocupa  por  mí,  desligue  mi  silahl*  Si  así
     lo  hace  tal  parte  de  mi  ser  volverá  a  vivir,  aunque  de  un  modo
     inmaterial.  ¡Que  Gashan-hursaga,  que  se  preocupa  por  mí,  desli­



        * El silak puede ser considerado una especie del doble del difunto.


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