Page 151 - Lara Peinado, Federico - Leyendas de la antigua Mesopotamia. Dioses, héroes y seres fantásticos
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una «lamentación» centrada en la figura del rey Urnamma (21 tí-
2094 a.C.), fundador de la III dinastía de Ur. A pesar de la inter
vención de la diosa Inanna en su favor en el Más Allá y de la pie
dad que en vida había dispensado a los dioses, Urnamma no pudo
escapar al común destino de todos los humanos. A pesar de la serie
de lagunas y desperfectos (no resueltos ni por las copias ni por un
duplicado hallado en Susa), su contenido puede ser en gran parte
reconstruido.
Todo el pueblo era una voz lamentándose. Ur, la ciudad, fue
golpeada, el palacio fue devastado, la ciudad fue destruida. La gen
te quedó asustada. El mal cayó sobre Ur. El fiel pastor Urnamma
se vio obligado a abandonarla. Sí. ¡El justo pastor Urnamma se vio
obligado a abandonarla!
An, el gran dios del cielo, cambió su sagrada palabra. El cora
zón de An estaba lleno de desconsuelo. Enlil, el dios que decreta
el destino, cambió engañosamente todos los destinos fijados. Por
su parte, la diosa madre Ninmah entonó un lamento en su tem
plo. Enki, el dios de la sabiduría, cerró el portón de Eridu, su resi
dencia. El propio Enki, en cuanto Nudimmud por haber creado a
la humanidad, entró en su aposento y se entregó al ayuno. El dios
luna Nanna, luminaria nocturna, frunció su ceño en las alturas celes
tiales. Utu, el dios sol, no se alzó en el cielo: al contrario, extendió
oscuridad sobre el día.
La madre, triste a causa de su hijo, la madre del rey, la sagrada
Ninsun, grita desesperadamente: «¡Oh, mi corazón!» Pronuncia aquel
lamento por el destino decretado para Urnamma. Palabras tristes pro
nunciadas porque el fiel pastor se vio obligado a dejar Ur. Su madre
llora en los lugares de asueto de las calles de la ciudad.
Las gentes, desfallecidas, agotadas sus fuerzas, no pueden dormir
bien. Todo el pueblo pasa los días como si estuviera cautivo. El
agua de la inundación, el agua que ha vertido el río ha sido des
parramada por su gugallu, el inspector de los canales. El grano gunu
de los campos, vida del país, ha sido sumergido. El campo planta-
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