Page 166 - Lara Peinado, Federico - Leyendas de la antigua Mesopotamia. Dioses, héroes y seres fantásticos
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por  cuya  culpa  los  hombres  se  irán  debilitando. Entretanto,  que  la
      siega,  la  gran  fiesta  de  Enlil,  se  desarrolle  con  todo  su  esplendor
      bajo  el  cielo.
        Enlil  quiso  además  obsequiar a su  esposa  con  otros importantes
      regalos, y que iban a facilitar el buen gobierno  y la prosperidad de
      los  «cabezas  negras»  en  la  tierra.
        — Además, mi querida Sud, te otorgo el arte del escriba, las tabli­
      llas adornadas con signos, el cálamo, la plancha de las tablillas, la con­
      tabilidad,  el  cálculo,  la  cuerda  del  agrimensor,  la  fijación  de  los
      mojones,  la planificación  de  los  canales  y  de  los  diques,  todo  ello
      será  tuyo,  como  en  su  tiempo  lo  había  sido  de  tu  madre. Y  los
      campesinos  y  aparceros  revalorizarán  el  provecho  de  sus  campos.
      ¡Oh  mujer  de  la  que  estoy  orgulloso,  que  eres  más  eminente  que
      las  montañas!  ¡Eres la Señora!  ¡Puedes  realizar todo  lo  que  quieras!
        Después  de  concederle  a  su joven  esposa  el  arte  de la  escritura
      y  de  otorgarle  el poder de  decisión  sin límites, el  dios Enlil añadió
      lo  siguiente:
        — A  partir  de  ahora, siendo  yo, Enlil, el  rey, tu  nombre  de  Sud
      se  cambiará por el de Ninlil.  ¡Y  Ninlil será la reina!  Una divinidad
      sin  gloria  tiene  en  este momento  un  nombre ilustre. Mientras  dis­
      tribuyas  los  pastos, los  campesinos  y  los  ganaderos  te  obsequiarán
      con  incesantes  ofrendas.
        Luego, dirigiéndose  Enlil  a  las  divinidades  presentes  les  dijo:
        — Cualquiera  que  tenga  cuidado  de  ella, que  la  honre, será  ella
      quien  le  decretará  el  destino. Y  cada  vez  que  se  le  lleven  presentes
      al  santuario  de  Nippur,  a  esta  nuestra  casa, se  deberá  entonar  esta
      alabanza  sagrada:  ¡Gloria por  siempre  a  Enlil  y  Ninlil!



                       NINURTA Y  LAS  PIEDRAS


        El gran  dios Ninurta, hijo de Enlií de Nippur, recibió  especial atención
        por parte  de  los  mitógrafos  mesopotámicos.  Una  larga  (729  líneas  en
         16  tablillas)  y famosa  composition,  conocida  por  su  comienzo  como
        Lugal.e.u.me.lam.bi  nir.gal,  tiene  a  tal  dios  como  personaje  central


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