Page 40 - Lara Peinado, Federico - Leyendas de la antigua Mesopotamia. Dioses, héroes y seres fantásticos
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Enki, tras un breve saludo, y sin darle ninguna explicación, le
pidió al jardinero que le entregara los mejores albaricoques, man
zanas y uvas del jardín. Recibidos aquellos frutos, los más cuida
dosamente escogidos, el dios Enki los amontonó en su regazo y, con
toda diligencia, ataviado con sus mejores galas, cogiendo su bastón,
dirigió sus pasos hacia la casa de Uttu.
— ¿Quién eres? — preguntó Uttu.
— ¡Abre! ¡Abre! — replicó Enki— . Soy el jardinero, que te trae
los frutos del jardín para satisfacer tu deseo — respondió, mintien
do, Enki.
Uttu, al ver a Enki, desoyendo las advertencias de Nintu, con el
corazón alegre, abrió la puerta de su casa. Enki, amablemente, le
dio los albaricoques, las manzanas y las uvas, que la hermosa don
cella aceptó con gusto, al tiempo que aplaudía.
Enki, embrujado por la belleza de la diosa, después de haberle
regalado los frutos, la abrazó, la besó, la cubrió de caricias y vertió
su semen en ella. Uttu recibió en su vientre el esperma de Enki.
— ¡Mis piernas! ¡Mi cuerpo! ¡Mi vientre! — gimió Uttu.
Al oír aquellas palabras, Ninhursag mágicamente, pudo quitar
el semen de la vulva de Uttu. La diosa hizo que de entre los mus
los de Uttu, gracias al semen del dios, brotaran ocho nuevas y dife
rentes plantas: la planta-árbol, la planta-miel, la planta-mala hierba,
la planta-de agua, la planta-espino, la planta-de la alcaparra, la plan
ta-ramosa, la planta-casia, la planta-de la canela, la planta aromáti
ca..., que fueron creciendo con toda lozanía.
Embarcado, como de costumbre, con su mensajero Isimu, un
día Enki vio desde los maijales aquellas hermosas plantas. Atraído
por la hermosura de las mismas, le dijo a Isimu:
— Isimu, mensajero mío, todavía no he decretado el destino de
esas plantas. ¿Cómo es posible? Quiero decretar el destino de las
plantas que veo allí. Quiero conocer qué contienen, cuál es su
naturaleza.
Con toda diligencia, el mensajero le fue diciendo, uno a uno, el
nombre de las plantas. Tras indicar el nombre, fue cortando peda-
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