Page 120 - Cómo hacer que te pasen cosas buenas: Entiende tu cerebro, gestiona tus emociones, mejora tu vida (Spanish Edition)
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UN ESTUDIO CON PARTICIPANTES SORPRENDENTES
Los doctores David Snowdon y Deborah D. Danner llevaron a cabo un estudio con
ciento ochenta monjas católicas en Estados Unidos que habían escrito notas
autobiográficas a una edad media de veintidós años. Dichas monjas fueron analizadas
sesenta años después. Los investigadores hallaron una correlación entre las emociones
positivas vertidas en esas notas autobiográficas y la longevidad: el 90 por 100 en las que
se habían cuantificado mayor número de emociones positivas seguía con vida a los
ochenta y cinco años, y esto solo sucedía en el 34 por 100 de las que habían mostrado
menos emociones positivas. En una evaluación posterior, el 54 por 100 de las que más
emociones positivas mostraron seguían vivas a los noventa y cuatro años, mientras que
del grupo con menos emociones positivas solo sobrevivía el 11 por 100. También
descubrieron que las monjas que expresaban más pensamientos o tenían una mayor
riqueza de vocabulario tenían una menor posibilidad de desarrollar algún tipo de
demencia senil pasados los ochenta y cinco años, edad en la que el riesgo de alzhéimer
está en torno al 50 por 100.
El estudio continuó incluso tras la muerte de las participantes en el estudio, ya que la
gran mayoría donaron su cerebro para que pudiera ser analizado con posterioridad. En
este sentido, el mayor descubrimiento fue que no había una relación clara entre patología
y síntomas, es decir, que monjas cuyos cerebros presentaban daños graves habían
mostrado un buen estado de salud física y mental, y a la inversa: se encontraron tejidos
intactos en monjas que habían mostrado claros síntomas de algún tipo de demencia senil.
También se descubrió que los cerebros más sanos se correspondían con los de las
monjas que vivieron más de cien años.
Resulta curioso saber que el profesor Snowdon comenzó el estudio de forma
completamente casual. Acudió al convento para indagar sobre los hábitos alimenticios de
la comunidad religiosa y sus efectos en el envejecimiento. Ya allí, se sorprendió al darse
cuenta de que era un grupo de estudio interesante con características idóneas para ser
estudiado —con niveles de estrés bajos, sin tabaco ni alcohol…—. En ese lugar llegaron
a vivir siete monjas con más de cien años: eran denominadas «las siete magníficas». El
estudio recibió una subvención oficial de unos cinco millones de euros debido al interés
que suscitó.
Llegamos a una conclusión muy interesante: la senilidad y el envejecimiento
mental no parecen inevitables, aunque seamos muy ancianos. La clave
parece residir en las emociones positivas.
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