Page 122 - Cómo hacer que te pasen cosas buenas: Entiende tu cerebro, gestiona tus emociones, mejora tu vida (Spanish Edition)
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LAS MOLÉCULAS DE LA EMOCIÓN
Entramos en un campo apasionante. La neurocientífica estadounidense Candace B.
Pert, fallecida en 2013, directora del NIMH (Instituto Nacional de Salud Mental de
Estados Unidos) y autora del best seller Molecules of Emotion (Las moléculas de la
emoción) sobre el efecto de estas en la salud, provocó una verdadera revolución con sus
estudios en torno a la conexión mente-cuerpo. Fue ella quien descubrió el receptor
opioide.
Pasemos a explicar de forma sencilla su descubrimiento. Los receptores opioides se
encuentran en la superficie de la membrana celular y se unen de forma selectiva a
moléculas específicas —tipo llave-cerradura—. Esas moléculas que llegan a los
receptores son los denominados neuropéptidos. Estos últimos son los sustratos básicos de
la emoción.
Lo interesante es que cada emoción activa la producción de estos neuropéptidos.
Cuando el receptor de la membrana recibe esa molécula —neuropéptido— de la
emoción, transmite un mensaje al interior. Este mensaje tiene la capacidad de alterar la
frecuencia y bioquímica celular afectando su comportamiento.
¿A qué nos referimos con el comportamiento celular? Desde la generación de nuevas
proteínas o la división celular, a la apertura o cierre de canales iónicos… o incluso la
modificación de la expresión epigenética —¡genes!—. Es decir, estos neuropéptidos
actúan como mecanismos que alteran nuestra fisiología, comportamiento e incluso
genética. Parte de la «historia» de una célula deriva de las señales que los neuropéptidos
de la emoción mandan a la membrana.
Según palabras de la propia doctora Pert, «los neurotransmisores llamados péptidos
llevan mensajes emocionales. A medida que cambian nuestros sentimientos, esta mezcla
de péptidos viaja por todo el cuerpo y el cerebro. Literalmente están cambiando la
química de cada célula del cuerpo».
Debido a estos y otros descubrimientos es considerada la fundadora de lo que hoy se
denomina psiconeuroinmunología.
La enfermedad está, por lo tanto, asociada de forma ineludible a las emociones.
Cuando una emoción se expresa, el organismo responde. Cuando una emoción es negada
o reprimida, esta se queda atrapada, perjudicando seriamente al individuo. Como dice
Pert, toda emoción tiene un reflejo bioquímico dentro del cuerpo.
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