Page 169 - Cómo hacer que te pasen cosas buenas: Entiende tu cerebro, gestiona tus emociones, mejora tu vida (Spanish Edition)
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MEDITACIÓN/MINDFULNESS
En lo más profundo de los seres humanos existen potentes medios de curación, cuyo
mecanismo todavía se desconoce. Me refiero a la introspección sana, a la meditación y a
la oración. La mente, gracias a estos procesos, puede actuar sobre el cuerpo
restaurándolo. Vamos a planear de forma sencilla sobre este tema —recomiendo el libro
de Mario Alonso Puig, Tómate un respiro: Mindfulness; extraordinario recorrido por la
historia y desarrollo de esta técnica—.
UNAS PINCELADAS, ¿QUÉ ES EL MINDFULNESS?
Mindfulness significa atención plena en el momento presente. Es el arte de observar
intencionada y atentamente nuestra conciencia. Es un concepto traído de la meditación
budista. El mindfulness se centra en ocuparse con exclusividad del aquí y del ahora.
Practicarlo en las sociedades occidentales no es tarea sencilla, ya que es algo realmente
contraintuitivo y exige buena apertura de miras. Remite a nuestra dimensión espiritual y
escapa en ocasiones a la lógica que por lo general guía nuestra vida. No obstante, el
mindfulness no es una religión enmascarada. En el fondo no hay nada místico ni mágico,
únicamente sentido común. Supone solo un examen mental con el fin de discernir qué
hace enfermar nuestra mente y qué la cura. En las últimas décadas se han multiplicado
los estudios científicos que han ido desvelando los beneficios que, para cuerpo y mente,
conllevan las prácticas meditativas y el mindfulness en particular.
La dimensión sobrenatural o espiritual del ser humano posee un poder extraordinario
sobre la mente y el cuerpo. En las personas que viven su fe —sea la que sea— con
fidelidad y paz, esto se traduce, según algunos estudios, en menor estrés. Esto se debe a
múltiples causas, pero podemos intuir que el tener un sentido en la vida, una comunidad
de apoyo, propósitos y metas… y la oración/meditación como mecanismo para lidiar
contra los problemas y dificultades contribuye al tan ansiado equilibrio interior.
Trabajé hace unos años en Londres, en el departamento de Psiquiatría del hospital
King’s College. Colaboré y aprendí de un investigador, el profesor Danese, que se
encontraba en plena fase de investigación sobre la relación entre meditación y salud
física, en concreto, sobre la inflamación. Recuerdo preguntarle un día, almorzando en el
comedor del hospital, si los efectos eran similares en la meditación budista, en
mindflulness, en la oración de los cristianos, de los judíos… La respuesta fue clara: sí,
siempre y cuando se realicen con estos dos elementos: aceptación y abandono.Me
explicó que el problema de la oración y de algunas técnicas meditativas es que uno acude
pidiendo, exigiendo, implorando… con angustia, y eso, más que aliviar, a veces genera
mayor intranquilidad.
Invertir un poco de tiempo en meditar con atención plena sobre lo que están
experimentando nuestros sentidos en el momento presente nos hace ganar tiempo,
aumenta la eficacia en todo aquello que emprendemos, mejora la atención y
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