Page 50 - MARX DOSCIENTOS AÑOS DESPUÉS (2018)
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Marx: doscientos años después (1818-2018)
Muchos han recriminado un posible “descuido” de Karl a su
vida matrimonial y sobre todo de cuidado familiar. El deceso
de cuatro de sus pequeños hijos, el uno de apenas un año
(1850), debió causar, como se encuentra en varias cartas aún
no traducidas, un gran dolor en el seno del núcleo familiar;
sin embargo, de futuras críticas, la labor marxiana parecía
encontrar en estas fortuitas situaciones un aliciente; sería
mezquino echar la culpa a Karl por la pérdida de sus hijos,
pues a todas luces, la familia Marx era solo un ejemplo más
de las condiciones fatales de la clase no adinerada, cosa que
era habitual en las familias de las clases trabajadoras. De esto
existe un motivo circunstancial, la familia Marx era una
familia más sumida en las consecuencias más terribles que
puede desatar un sistema sobre una persona o familia. Puede
recordarse la ocasión en que acosado por la situación busca
empleo en los ferrocarriles y es rechazado por su caligrafía
(Mehring, 1965). Esto seguramente, dará más motivos para
encarnizarse en su labor debeladora.
El padre Karl disfrutaba leyendo a sus niñas los cuentos de
los hermanos Grimm. El amor a sus hijas era ejemplar. El
“buen “Mohr” según su propia hija no era nada de lo que la
opinión pública solía afirmar: y de la misma manera, este
hombre "amargo" y "amargado" hablaba de "política" y de
"religión" con su pequeña hija” (E. Marx, 2002, p 262).
Empieza a merodear de nuevo Caronte. La Muerte de Jenny
afectó, como se esperaba, a Karl; Engels decía que, con la
muerte de aquella, moría también Karl. Después, la muerte de
su amada, visitará a su hija Jenny. Sin duda esto acelerará su
muerte. “El 11 de enero de 1883 sobrevino un golpe decisivo:
la inesperada muerte de su hija Jenny” (Mehring, 1965, p.
411) a quien apenas había visto unas semanas antes en
Francia, sin ningún contratiempo por parte de ella. Su deceso
no fue asimilado por el viudo progenitor.
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