Page 47 - MARX DOSCIENTOS AÑOS DESPUÉS (2018)
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Marx: doscientos años después (1818-2018)
Jamás se mostró Marx duro e insensible con los suyos. (…)
Carlos Marx guardó siempre un sentimiento de gratitud
hacia lo que para él había sido su padre. Y así como éste le
llevara siempre en lo más hondo del corazón, el hijo
guardaba siempre junto a él un retrato del padre que, al
morir, le acompañó a la sepultura. (P. 24)
Su amor con Jenny se oficializó en 1843. Ella perteneciente a
la clase alta prusiana y algo mayor que Karl. Él, muy cercano
a su padre, el nobiliario de los von Westphalen. Su amor, el
de hombre a mujer, sobrepasa cualquier intento
shakesperiano; supera cualquier acartonado guión
telenovelero de esos que pululan en América Latina.
Hablando en serio, su amor de juventud, su aristócrata
doncella se convirtió en la madre de sus seis hijos. El mutuo
amor se puede rastrear en las cartas y testimonios de sus
contemporáneos.
Los dos se escribían desde muy jóvenes. Ya maduros no
perdían oportunidad para expresar sus amores y mutua
admiración. Son famosos los poemas de Karl, aunque nos
dice el estudioso venezolano Ludovico Silva que:
Marx, como decíamos, comenzó creyéndose poeta. Hay dos
tipos de razones mediante las cuales se puede, fácilmente
decir que, tal vocación nunca fue profunda ni verdadera,
aunque contribuyó sin duda a la formación de su prosa, ya
que nada forma tanto a una prosa como la práctica inicial del
verso (a menudo la prosa misma consiste en versos
agazapados). En primer lugar, los poemas de Marx eran
conmovedoramente malos. Literalmente desesperado por la
negativa de Jenny a contestar sus arrebatos hasta tanto no
fuera “oficial” su noviazgo, Marx llena tres cuadernos de
poemas, que envía a su novia en la navidad de 1836: eran el
Libro de los cantos (Buch der Lieder) y el Libro del amor
(Buch die Liebe). (2011, p. 43)
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