Page 51 - MARX DOSCIENTOS AÑOS DESPUÉS (2018)
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Marx: doscientos años después (1818-2018)

            En  su  vivencia  de  familia,  que  a  pesar  de  sus  jornadas  de
            trabajo no desamparaba, puede cuestionarse uno de los mitos
            levantados negativamente sobre la visión que Karl expresó en
            el  Manifiesto,  falacia  acelerada  panfletariamente  elaborada
            por poderes políticos y religiosos. En realidad, lo que hacen
            Marx y Engels no es otra cosa que mostrar desde la crítica la
            función explotadora y alienadora que representa la visión de
            familia  defendida  por  la  burguesía.    Dejemos  hablar  a  los
            autores:
                  ¡Abolición de la familia!  Al hablar de estas intenciones
               satánicas  de  los  comunistas,  hasta  los  más  radicales  gritan
               escándalo.
               Pero veamos: ¿en qué se funda la familia actual, la familia
               burguesa?   En  el  capital,  en  el  lucro  privado.   Sólo  la
               burguesía  tiene  una  familia,  en  el  pleno  sentido  de  la
               palabra;  y  esta  familia  encuentra  su  complemento  en  la
               carencia forzosa de relaciones familiares de los proletarios y
               en la pública prostitución.

               Es natural que ese tipo de familia burguesa desaparezca al
               desaparecer  su  complemento,  y  que  una  y  otra  dejen  de
               existir al dejar de existir el capital, que le sirve de base.
               ¿Nos reprocháis acaso que aspiremos a abolir la explotación
               de los hijos por sus padres?  Sí, es cierto, a eso aspiramos.

               Pero es, decís, que pretendemos destruir la intimidad de la
               familia,  suplantando  la  educación  doméstica  por  la  social.
               (Marx-Engels, pnd.,1848)

            De  hecho,  Marx  va  a  denunciar  cómo  el  sistema  de  cosas
            impide  una  sólida  relación  familiar  por  el  factor  tiempo.  O
            sea, sumado a la pauperización, debido a los bajos ingresos,
            se  daba  una  ignominiosa  situación  cuando  se  sacrificaba  lo
            más  valioso  e  irrecuperable  para  cualquier  ser  vivo:  su
            tiempo, su terrenalidad, la corta estadía en el mundo historial.
            Marx  con  lo  que  no  comulgaba  era,  precisamente,  con  esa



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