Page 45 - MARX DOSCIENTOS AÑOS DESPUÉS (2018)
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Marx: doscientos años después (1818-2018)
Sus cuatro amores demuestran el lado, no sólo humanamente
tierno como cuando escribe a su amor Jenny; sino también
otros amores que demuestran el interés amoroso que va desde
la liberación de la opresión hasta su gran aprecio a su eterno
amigo Friedrich Engels.
Karl Heinrich en familia: paradójicamente su amor eterno
Nace en el seno de una familia abultada, de raíces judías,
convertida al protestantismo recientemente, por razones de
evitar la segregación en la aún fragmentada Alemania. Karl,
hijo de Heinrich será el tercero entre nueve hijos. Se dice que
de niño tenía comportamientos de liderazgo algo dominante y
de adolescente era ingenioso, así como inquieto por su
mundo inmediato tal cual lo refuerza Cardona Castro (2002).
Se dice que: “era un narrador único, sin rival. He oído decir a
mis tías que, cuando era niño, era un terrible tirano con sus
hermanas a las que "guiaba" por el Markusberg en Treveris a
gran velocidad…” (E. Marx, en Fromm, 2002, p. 260). En su
vida escolar gustaba estudiar latín, poesía y las artes plásticas.
La poesía será su arma de enamoramiento.
De la relación con su madre, se dice que Karl no simpatizaba
mucho con ella, no así con su padre, don Heinrich. Es algo de
notar pues, generalmente, los hijos varones son muy
apegados al regazo materno.
Heinrich fue más que un padre. Asesoraba a su hijo en lo que
tenía que ver con los senderos del mundo corriente y de la
formación intelectual. Sus enseñanzas se quedarán para
siempre en su hijo Karl. “Henrich Marx poseía un carácter
tímido y bonachón, siendo un ferviente lector de Leibniz,
Voltaire, Rousseau y Kant. Precisamente, este gusto por la
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