Page 72 - El Hobbit
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—Una oportunidad, que nos dé una oportunidad, preciosso mío… ss… ss…
—¡Bien! —dijo Bilbo tras esperar largo rato—. ¿Qué hay de tu respuesta?
Pero de súbito Gollum se vio robando en los nidos, hacía mucho tiempo, y
sentado en el barranco del río enseñando a su abuela, enseñando a su abuela a
sorber…
—¡Huevoss! —siseó—. ¡Huevoss, eso es! —y enseguida preguntó:
Todos viven sin aliento;
y fríos como los muertos,
nunca con sed, siempre bebiendo,
todos en malla, siempre en silencio.
El propio Gollum se dijo que la adivinanza era asombrosamente fácil, pues él
pensaba día y noche en la respuesta. Pero por el momento no se le ocurrió nada
mejor, tan aturdido estaba aún por la cuestión del huevo. De cualquier modo fue
todo un problema para Bilbo, quien nunca había tenido nada que ver con el agua
cuando había podido evitarlo. Imagino que ya conocéis la respuesta, no lo dudo, o
que podéis adivinarla en un abrir y cerrar de ojos, ya que estáis cómodamente
sentados en casa, y el peligro de ser comidos no turba vuestros pensamientos.
Bilbo se sentó y carraspeó una o dos veces, pero la respuesta no llegó.
Al cabo Gollum se puso a sisear entre dientes, complacido. —¿Es agradable,
preciosso mío? ¿Es jugoso? ¿Cruje de rechupete? —Espió a Bilbo en la oscuridad.
—Un momento —dijo Bilbo temblando de miedo—. Yo te he dado una buena
oportunidad hace poco.
—¡Tiene que darse prisa, darse prisa! —dijo Gollum, comenzando a pasar
del bote a la orilla para acercarse a Bilbo, pero cuando puso en el agua las patas
grandes y membranosas, un pez saltó espantado y cayó sobre los pies de Bilbo.
—¡Uf! —dijo—, ¡que frío y pegajoso! —y así acertó—. ¡Un pez, un pez! —
gritó—. ¡Es un pez!
Gollum quedó horriblemente desilusionado; pero Bilbo le propuso otro
acertijo tan rápido como le fue posible, y Gollum tuvo que volver al bote y
pensar.
Sin-piernas se apoya en una pierna;
Dos-piernas se sienta cerca, sobre tres-piernas,
y cuatro-piernas consiguió algo.
No era realmente el momento apropiado para este acertijo pero Bilbo estaba
en un apuro. A Gollum le habría costado bastante acertar si Bilbo lo hubiera
preguntado en otra ocasión. Tal como ocurrió, hablando de peces, « sin piernas»
no parecía muy difícil, y el resto fue obvio. « Un pez sobre una mesa pequeña,
un hombre sentado a la mesa en un taburete, y el gato que consigue las espinas» .
Ésa era la respuesta, por supuesto, y Gollum la encontró pronto. Entonces pensó