Page 113 - El Señor de los Anillos
P. 113

5
                   Conspiración desenmascarada
      L o mejor que podemos hacer es irnos también a casa —dijo Merry—. Hay algo
      raro en todo esto, me doy cuenta, pero habrá que esperar a que lleguemos.
        Doblaron  por  el  sendero  de  Balsadera,  que  era  recto  y  bien  cuidado,
      bordeado con grandes piedras blanqueadas a la cal. Unos cien metros más allá
      desembocaba en la orilla del río, donde había un ancho embarcadero de madera.
      Una balsa grande estaba amarrada a un lado. Los bolardos blancos brillaban a la
      luz de dos linternas instaladas sobre unos postes. Detrás, la bruma de los llanos se
      alzaba  por  encima  de  los  matorrales;  pero  delante  el  agua  era  oscura  y  unas
      espirales  como  de  vapor  flotaban  entre  las  cañas  de  la  orilla.  Parecía  haber
      menos niebla del otro lado.
        Merry llevó al poney a la balsa por una pasarela y los otros fueron detrás.
      Luego impulsó lentamente la balsa con un largo bichero. El Brandivino fluía ante
      ellos lento y ancho. Del otro lado la orilla era escarpada y un camino tortuoso
      ascendía  desde  el  embarcadero.  Allí  unas  linternas  parpadeaban.  Detrás,
      asomaba  la  colina  de  Los  Gamos  y  en  la  falda  de  la  colina,  entre  jirones  de
      niebla, brillaban muchas ventanas redondas, rojas y amarillas. Eran las ventanas
      de Casa Brandi, antiguo hogar de los Brandigamo.
        Mucho  tiempo  atrás,  Gorhendad  Gamoviejo,  cabeza  de  familia  de  los
      Gamoviejo, uno de los más viejos en Marjala o en la Comarca, había cruzado el
      río, límite original de las tierras orientales. Edificó (y excavó) Casa Brandi, tomó
      el nombre de Brandigamo y se estableció allí hasta llegar a ser el señor de lo que
      podía llamarse un pequeño país independiente. La familia Brandigamo aumentó
      y aumentó y luego de la muerte de Gorhendad continuó creciendo, hasta que
      Casa Brandi ocupó todo el pie de la colina y tuvo tres amplias puertas principales,
      muchas  laterales  y  cerca  de  cien  ventanas.  Los  Brandigamo  y  las  numerosas
      gentes  que  dependían  de  ellos  comenzaron  a  excavar  y  más  tarde  a  construir
      alrededor.  Este  fue  el  origen  de  Los  Gamos,  una  faja  de  tierra  densamente
      poblada, entre el río y el Bosque Viejo, una especie de colonia de la Comarca. La
      villa principal era Gamoburgo, que se apretaba en los terraplenes y lomas detrás
      de Casa Brandi.
        La gente de Marjala era amiga de la de Los Gamos, y los granjeros entre
      Cepeda  y  junquera  aún  reconocían  la  autoridad  del  Señor  de  la  Casa  (como
      llamaban  al  jefe  de  familia  de  los  Brandigamo),  pero  la  mayoría  de  los
      habitantes  de  la  vieja  Comarca  consideraba  a  la  gente  de  Los  Gamos  como
      singular y algo extranjera, por así decirlo, aunque en realidad no se diferenciaba
      mucho de los hobbits de las Cuatro Cuadernas. Excepto en un punto: eran muy
      aficionados a los botes y algunos de ellos hasta sabían nadar.
        El lado este de aquellas tierras no tenía en un principio ninguna defensa, pero
   108   109   110   111   112   113   114   115   116   117   118