Page 184 - El Señor de los Anillos
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ellos, que el nombre de Bolsón no ha de mencionarse. Si es necesario darme un
nombre soy el señor Sotomonte. Esto me interesó tanto que los seguí hasta aquí.
Me deslicé por encima de la cerca justo detrás de ellos. Quizás el señor Bolsón
tiene un buen motivo para cambiar de nombre; pero si es así, les aconsejaré a él
y a sus amigos que sean más cuidadosos.
—No veo por qué mi nombre ha de interesar a la gente de Bree —dijo Frodo,
irritado— y todavía ignoro por qué le interesa a usted. El señor Trancos puede
tener buenos motivos para espiar y escuchar indiscretamente; pero si es así, le
aconsejaré que se explique.
—¡Bien respondido! —dijo Trancos riéndose—. Pero la explicación es
simple: busco a un hobbit llamado Frodo Bolsón. Quiero encontrarlo en seguida.
Supe que estaba llevando fuera de la Comarca, bueno, un secreto que nos
concierne, a mí y a mis amigos.
» ¡Un momento, no me interpreten mal! —gritó al tiempo que Frodo se ponía
de pie y Sam daba un salto con aire amenazador—. Cuidaré del secreto mejor
que ustedes. ¡Y hay que cuidarse de veras! —Se inclinó hacia adelante y los
miró—. ¡Vigilen todas las sombras! —dijo en voz baja—. Unos Jinetes Negros
han pasado por Bree. Dicen que el lunes llegó uno por el Camino Verde y otro
apareció más tarde, subiendo por el Camino Verde desde el sur.
Se hizo un silencio. Al fin Frodo les habló a Pippin y Sam.
—Tenía que haberlo sospechado por el modo en que nos recibió el guardián
—dijo—. Y el posadero parece haber oído algo. ¿Por qué insistió en que nos
uniéramos a los demás? ¿Y por qué razón nos comportamos como tontos?
Teníamos que habernos quedado aquí tranquilamente.
—Hubiese sido mejor —dijo Trancos—. Yo hubiera impedido que fueran al
salón, pero no me fue posible. El posadero no hubiese permitido que yo los viera,
ni les hubiera traído un mensaje.
—Cree usted que… —comenzó Frodo.
—No, no pienso mal del viejo Mantecona. Pero los vagabundos misteriosos
como yo no le gustan demasiado. —Frodo lo miró con perplejidad—. Bueno,
tengo cierto aspecto de villano, ¿no es así? —dijo Trancos con una mueca de
desdén y un brillo extraño en los ojos—. Pero espero que lleguemos a
conocernos mejor. Cuando así sea, confío en que me explicará usted qué ocurrió
al fin de la canción. Porque esa pirueta…
—¡Fue sólo un accidente! —interrumpió Frodo.
—Bueno —dijo Trancos—, accidente entonces. Ese accidente ha empeorado
la situación de usted.
—No demasiado —dijo Frodo—. Yo ya sabía que esos Jinetes estaban
persiguiéndome, pero de todos modos creo que me perdieron el rastro y se han
ido.