Page 503 - El Señor de los Anillos
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Los hobbits se volvieron y se internaron profundamente en las sombras del
bosque.
Así fue como presenciaron la última resistencia, cuando Uglúk fue atrapado
en el linde mismo del bosque. Allí murió al fin a manos de Eomer, el Tercer
Mariscal de la Marca, que desmontó y luchó con él, espada contra espada. Y en
aquellas vastas extensiones los jinetes de ojos penetrantes persiguieron a los
pocos orcos que habían conseguido escapar y que aún tenían fuerzas para correr.
Luego, habiendo enterrado a los compañeros muertos bajo un montículo y
habiendo entonado los cantos de alabanza, los jinetes prepararon una gran
hoguera y desparramaron las cenizas de los enemigos. Así terminó la aventura y
ninguna noticia llegó de vuelta a Mordor o a Isengard; pero el humo de la
incineración subió muy alto en el cielo y fue visto por muchos ojos atentos.