Page 172 - Dialectica
P. 172
Estudios sobre l´ ogica dial´ ectica
taci´ on similar a la que ocurre en un tribunal de justicia. Vale la pena
notar que se han elegido ejemplos de la f´ ısica, la qu´ ımica y la biolog´ ıa a
los efectos de mostrar la aplicaci´ on del m´ etodo a todos estos casos.
Repasemos ahora lo procesos de argumentaci´ on que han realizado
los diversos autores. El principio de relatividad de Galilei fue un enun-
ciado te´ orico que resulta de la composici´ on de los movimientos. A su
vez, la composici´ on de los movimientos permit´ ıa demostrar que los
´
proyectiles segu´ ıa una trayectoria parab´ olica. Estos eran los principales
argumentos. De all´ ı la refutaci´ on de la f´ ısica de Aristoteles acerca de la
ca´ ıda de los cuerpos –una bola dejada caer desde el m´ astil de una na-
ve en movimiento o una flecha lanzada hacia la popa– en una nave en
movimiento. Pierre Gassendi (1592, 1655) realiz´ o efectivamente la ex-
periencia. 133 El principio de inercia fue un resultado experimental de
Galilei como parte del an´ alisis de la ca´ ıda de los cuerpos: una bolita en
una plano horizontal se mov´ ıa con velocidad constante.
Como ya hemos demostrado, ver p´ agina 31, el argumento de New-
ton para la gravitaci´ on se basaba en cinco argumentos independien-
tes 134
GN = K1 circular ⊕ K3 S.Solar ⊕ K3 Jupiter ⊕ K3 Saturno ⊕ K3 Tierra
donde GN es la gravitaci´ on de Newton, K1 es la primera ley de Kepler
–´ areas iguales en tiempos iguales– y K3 es la tercera ley –los per´ ıodos
son proporcionales a la potencia 3/2 del di´ ametro–. Los sub´ ındices co-
rresponden al movimiento circular uniforme, al sistema solar y a los
sat´ elites de J´ upiter, Saturno y la Tierra.
Una vez establecida la ley de gravitaci´ on, Newton demostr´ o que el
movimiento puede ser el´ ıptico, segunda ley de Kepler, ver [63, 64, III,
Theorema xiii] o parab´ olico [64, III, Theorema xx] y analiz´ o la trayec-
toria del cometa de 1680 descubierto por John Flamsteed, el primer
astr´ onomo real. En [63, 64, III, Theorema xix] propone una teor´ ıa gra-
vitatoria de las mareas.
133
La dificultad para advertir la rotaci´ on de la Tierra mediante la ca´ ıda de los cuer-
pos depend´ ıa de la ley de composici´ on de los movimientos, no era una objeci´ on a la
existencia de la rotaci´ on.
134
En la primera edici´ on eran cuatro, faltaba K3 sobre los sat´ elites de Saturno. Su
fundamentaci´ on era una t´ ıpica “inducci´ on”, reforzada por el nuevo argumento.
172