Page 217 - Dialectica
P. 217

Las paradojas

             que el condenado anterior se salva por no poder resolver la paradoja
             l´ ogica. La sociedad –aprendiendo de este caso– entonces introduce una
             nueva ley para evitar que vuelva a ocurrir otra vez esta situaci´ on.


                 x   la afirmaci´ on que hace el condenado a muerte
                  a  el condenado muere decapitado si dice la verdad
                  b  el condenado muere ahorcado si no dice la verdad
                  c  el condenado muere envenenado si enuncia una paradoja
                 V   es el conjunto de las afirmaciones verdaderas
                 P   es el conjunto de las afirmaciones parad´ ojicas

                Con el nuevo esquema legal el problema posee tres leyes sociales:

                  (x ∈ V ) ⇒ a   si dice la verdad, muere decapitado
                 N(x ∈ V ) ⇒ b   si no dice la verdad, muere ahorcado
                  (x ∈ P) ⇒ c    si enuncia una paradoja, muere envenenado


                El nuevo condenado afirma ahora x = c y esto conduce a que no
             puede morir envenenado, porque entonces dijo la verdad y no enun-
             ci´ o una paradoja, le corresponde a. Pero entonces no dijo la verdad y
             luego le corresponde b. Al mismo tiempo, es claro que enunci´ o una pa-
             radoja y le corresponde c, pero entonces volvemos al principio y dijo la
             verdad. La contradicci´ on persiste. Por m´ as que se agreguen nuevas le-
             yes tales como “si dice una paradoja de segundo orden, muere fusilado”
             no se levanta la contradicci´ on. En resumen, en la dial´ ectica no hay tal
             contradicci´ on y ocurre lo obvio, si est´ a condenado a muerte, morir´ a,
             no importa el m´ etodo de ejecuci´ on.

             La paradoja de Protagoras

                Algo similar ocurre con la paradoja de Protagoras, ver [80, X]. En
             este problema cl´ asico, Protagoras ha instruido a un alumno en el arte
             de pleitear, con la condici´ on de que le pague cuando gane un juicio.
             La paradoja nace cuando el alumno se niega a pagar su educaci´ on y
             Protagoras le entabla un juicio. Se llega entonces a un caso sin solu-
             ci´ on. Cualquiera sea el resultado del juicio, no se puede concluir l´ ogi-
                                                                       217
   212   213   214   215   216   217   218   219   220   221   222