Page 12 - Diálogos Psicoanálisis Número 1
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Así pues el trabajo analítico es desde un lugar distinto, con las personas que relatan, que sin saber son síntomas
hablantes de la ficción que emerge una verdad y que se construye a partir de un sujeto que desea, que perdió y
cuando perdió ganó, ganó el poder nombrarse. El ser psicoanalista es una construcción que cuida y vigila que el
analizante le dé un lugar a su propio deseo. “Se trata de la verdad, de la única, de la verdad sobre los
efectos de la verdad” (Lacan 1958) De eso se trata la verdad, de eso oculto que escribí anteriormente, el
deseo, entonces pienso al analista como provocador del deseo, como seductor pero no un seductor romántico
como lo conocemos si no como ese que seduce al deseo, haciéndolo expresar la verdad, captándolo a la letra,
para que el analizante desee, desee la vida haciéndose responsable del lugar que le corresponde en sus propias
desgracias, que vaya más allá del goce.
Referencias:
Aulagnier, Piera. 1994. Un intérprete en busca de sentido. Ed. Siglo XXI
Freud, Sigmund. 1981. Las neuropsicosis de defensa, 1895. Obras Completas V.III, Buenos Aires, Amorrortu, 47-
61.
Lacan, Jacques.1993. La dirección de la cura y los principios de su poder, 1958. Escritos 2, Madrid, Siglo XXI, 17ª
ed.,
565-626.
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