Page 83 - Diálogos Psicoanálisis Número 1
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En el principio fue el mito, la metáfora, la alusión ditirámbica, la imagen poética.
El mito de Narciso ―El Hermoso‖ entrelaza distintos momentos y personajes variopintos, en un único tapiz
narrativo que refleja el imperativo categórico de las pulsiones y su destino con implicaciones inconmensurables
y consecuencias ostensibles.
Debemos recordar que Sigmund Freud es un gran lector de Ovidio y Hesíodo, es decir, de la amplia y exquisita
bóveda poética de la mitología grecolatina, y que este acercamiento especializado del mundo clásico occidental
lo hace Freud a partir de leer y traducir al alto alemán los idiomas originarios, griego y latín.
Tenemos que recordar que tres de los pilares fundacionales del psicoanálisis son la antropología, la mitología
universal y la poesía germánica del período sturm und drang.
Es decir, el romanticismo que tiene como uno de sus personajes centrales a Goethe.
Por consiguiente, nos proponemos en este ensayo releer el tratamiento psicoanalítico del narcicismo
retomando el texto original introductorio de 1914 y el mito originario que lo inspira.
El mérito de Freud a diferencia de sus antecesores, es que fue el primero en abordar el narcicismo desde el
punto de vista de su significación psicológica y psico-genética, planteada formal y sistemáticamente con un
abordaje metapsicológico – con pretensiones teóricas.
James Strachey, el más importante editor de las obras completas, glosista y traductor de Freud, nos sugiere una
guía cronológica para entender el momento histórico en que fue introducido el término en la teoría
psicoanalítica. Ya desde 1898 Havelock Ellis, toma los fundamentos de Narciso para referirse a: ―un amor
anormal sobre sí mismo‖ posteriormente, en el año 1899, Paul Näcke utilizó el término para designar conduc-
tas en las cuales el individuo daba un trato a su cuerpo parecido al que le daría a su pareja sexual, es decir, lo
acaricia hasta tal punto de alcanzar la satisfacción sexual.
De modo que, los registros históricos indican que
Freud hace referencia al narcisismo por primera
vez en una nota de adenda a sus Tres Ensayos
para una Teoría Sexual de 1910, lo vuelve a
retomar ese mismo año en su libro sobre Leonardo
da Vinci, y en el año 1911 también lo vuelve a abor-
dar en su famosa descripción del caso Schreber.
La sistematización formal del narcicismo sería
propuesta por Freud en el año 1914 en su ensayo
introductorio sobre el mismo, el cual, es un texto
de metapsicología que intenta actualizar la vigencia
y sentido del mito descrito por Ovidio, desde el
punto de vista de una hipótesis sobre la
movilización de las pulsiones y la libido.
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