Page 103 - Dune
P. 103
advertirnos de este engaño. En el ataque, sin embargo, hemos descubierto que los
Harkonnen le habían tendido una trampa al correo Fremen, hiriéndolo gravemente.
Lo transportamos hacia aquí para que fuera curado por nuestros médicos, pero ha
muerto por el camino. Cuando me he dado cuenta de lo mal que estaba me he
detenido para intentar salvarle. Le he sorprendido mientras intentaba desembarazarse
de algo. —Idaho miró fijamente a Leto—. Un cuchillo, mi Señor, un cuchillo como
nunca habéis visto otro.
—¿Un crys? —preguntó alguien.
—Sin la menor duda —dijo Idaho—. De color blanco lechoso y con un brillo
propio. —Hundió la mano en su túnica y extrajo una funda de la cual surgía una
empuñadura estriada en negro.
—¡Guarda esa hoja en su funda!
La voz procedía de la abierta puerta al fondo de la estancia, una voz vibrante y
penetrante que le hizo volverse con un sobresalto.
Una alta y embozada figura estaba de pie en el umbral, tras las cruzadas espadas
de los guardias. Sus ligeras ropas eran de color de bronce, y envolvían
completamente al hombre excepto una abertura en la capucha, velada de negro, que
descubría dos ojos completamente azules… sin el menor blanco en ellos.
—Dejadle entrar —murmuró Idaho.
Los guardias vacilaron, luego bajaron sus espadas.
El hombre avanzó a través de la estancia y se detuvo frente al Duque.
—Stilgar, jefe del sietch que he visitado, líder de los que nos han advertido del
engaño —dijo Idaho.
—Bienvenido, señor —dijo Leto—. ¿Por qué no debemos sacar este cuchillo de
su funda?
La mirada de Stilgar estaba fija en Idaho.
—Tú has observado, entre nosotros, las costumbres de la honestidad y la pureza
—dijo—. Te permitiré ver la hoja del hombre al cual has mostrado tu amistad —sus
azules ojos recorrieron a todos los demás reunidos en la habitación—. Pero no
conozco a estos otros. ¿Les permitirás mancillar un arma honorable?
—Soy el Duque Leto —dijo el Duque—. ¿Me permitirás ver el arma?
—Os autorizo a ganar el derecho a extraerla de su funda —dijo Stilgar y, al
elevarse un murmullo de protestas alrededor de la mesa, levantó una delgada mano
cruzada por venas oscuras—. Os recuerdo que esta hoja pertenecía a alguien que os
había brindado su amistad.
En el silencio que siguió, Paul estudió al hombre, sintiendo el aura de poder que
irradiaba de él. Era un líder… un líder Fremen.
El hombre que estaba cerca del centro de la mesa, al otro lado frente a Paul,
murmuró:
www.lectulandia.com - Página 103