Page 188 - e-book
P. 188

AUTOR                                                                                               Libro
                     —Has de confiar un poco más en nosotros. Es insultante.
                     Negué con la cabeza. Había visto demasiados vampiros cu acción.
                     —¿Adonde nos dirigimos ahora? —inquirí.
                     Frunció los labios y permaneció callado.
                     —¿Qué sucede? ¿Es un secreto?
                     Torció el gesto.
                     —En realidad, no, aunque es un poco extraño. No quiero que te dé un ataque.
                     —A estas alturas ya me he acostumbrado a lo extraño, ya sabes —intenté
               sonreírle sin demasiado éxito.
                     Jacob me devolvió una enorme sonrisa con desenvoltura.
                     —Supongo que no te queda otro remedio. Vale. Mira, cuando adoptamos forma
               de lobo, podemos... podemos escucharnos unos a otros.
                     Se me desplomaron las cejas de puro desconcierto.
                     —No oímos los sonidos —continuó—, pero escuchamos... pensamientos. De ese
               modo nos comunicamos entre nosotros sin importar cuán lejos estemos unos de
               otros. Es de gran ayuda cuando cazamos, pero, aparte de eso, también supone una
               molestia   enorme.   Resulta   muy   embarazoso   no   tener   secretos.   Es   muy   extraño,
               ¿verdad?
                     —¿A eso te referías anoche cuando me dijiste que se lo dirías en cuanto los
               vieras, incluso aunque no quisieras?
                     —Las pillas al vuelo.
                     —Gracias.
                     —Y se te da muy bien desenvolverte con lo extraño. Pensé que te iba a molestar.

                     —No es así... Bueno, no eres la primera persona que he conocido capaz de leer
               los pensamientos ajenos, por lo que no se me antoja tan raro.
                     —¿De verdad? Espera... ¿Te refieres a tus chupasangres?
                     —Me gustaría que no los llamaras así.
                     Se echó a reír.
                     —Lo que tú digas. Entonces, ¿te refieres a los Cullen?
                     —No, sólo... Sólo a Edward.
                     Moví   un   brazo   con   disimulo   para   sujetarme   el   torso.   Jacob   parecía
               desagradablemente sorprendido.
                     —Pensé que eran cuentos. He escuchado leyendas sobre vampiros capaces de
               hacerlo, dotados de esa capacidad adicional, pero siempre creí que se trataba de
               mitos.
                     —¿Hay algo que siga siendo un mito? —le pregunté con ironía.
                     Puso cara de pocos amigos.
                     —Supongo que no. De acuerdo, vamos a reunimos con Sam y los demás en el
               lugar donde solíamos montar en moto.
                     Arranqué el motor y di marcha atrás para luego dirigirme a la carretera.
                     —¿Acabas de convertirte en lobo hace un momento para hablar con Sam? —le
               pregunté con curiosidad.
                     Jacob asintió. Parecía avergonzado.




                                                                                                   - 188 -
   183   184   185   186   187   188   189   190   191   192   193