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—No —negó con los ojos entrecerrados—. Te vi saltar.
Apreté los labios mientras pensaba en una explicación que no pareciera una
chifladura.
Alice sacudió la cabeza.
—Le dije que esto terminaría ocurriendo, pero no me creyó. «Bella me lo
prometió» —remedó su voz tan perfectamente que me estremecí por el impacto
mientras el dolor se deslizaba por mi pecho—. «Ni se te ocurra seguir mirando en su
futuro» —continúo ella, imitándolo—. «Ya le hemos hecho bastante daño.»
»Pero dejar de mirar no significa que se deje de ver —prosiguió—. Te juro que
no te vigilaba, Bella. Es sólo que estoy ya en sintonía contigo, y no me lo pensé dos
veces cuando te vi saltar, me metí en el avión. Sabía que sería demasiado tarde, pero
no podía quedarme sin hacer nada. Así que me planté aquí con la esperanza de que
tal vez podría ayudar a Charlie de algún modo y vas tú y llegas... —sacudió la
cabeza, esta vez confusa. Se le notaba la tensión en la voz—. Te vi caer en el agua, y
esperé y esperé a ver si salías, pero no fue así. ¿Qué pasó? ¿Y cómo has podido
hacerle a Charlie una cosa así? ¿No te paraste a pensar el daño que esto le causaría?
¿Y a mi hermano? ¿Puedes hacerte una idea de lo que Edward...?
La atajé en cuanto pronunció su nombre. La habría dejado continuar, incluso
después de darme cuenta del malentendido en el que ella se encontraba, sólo por oír
el perfecto tono acampanado de su voz, pero era hora de interrumpirla.
—Alice, yo no intentaba suicidarme.
Ella me miró, dubitativa.
—Entonces, ¡¿me estás diciendo que no estabas saltando desde un acantilado?!
—No, pero... —hice una mueca—. Era sólo por diversión.
Su expresión se endureció.
—Había visto saltar a algunos amigos de Jacob —insistí—, Parecía... divertido, y
como me aburría...
Ella esperó.
—No se me ocurrió pensar que la tormenta afectaría a las corrientes. En
realidad, no pensé mucho en el agua —Alice no se lo tragó. Vi con absoluta claridad
que ella seguía creyendo que había intentado suicidarme. Decidí dirigirla en otra
dirección—. Pero si me viste allí, ¿cómo es que no viste a Jacob?
Ladeó la cabeza, distraída, y yo continué:
—Es verdad que posiblemente me habría ahogado si Jacob no hubiera saltado
detrás de mí. Bien, de acuerdo, no era cuestión de probabilidades, me hubiera
ahogado seguro, pero lo cierto es que Jake me sacó del agua y supongo que me
arrastró hasta la playa, de esa parte no me acuerdo. Quizás estuviera más de un
minuto debajo del agua hasta que el me atrapó. ¿Por qué no viste eso?
Ella torció el gesto con perplejidad.
—¿Te sacó alguien?
—Sí. Jacob me salvó.
La miré con curiosidad mientras una serie de pensamientos enigmáticos
pasaban fugazmente por su rostro. Algo le había molestado... ¿Que su visión hubiera
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