Page 72 - 12 Kepler
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Una de las razones básicas que motivaron la dedicación de
                    Kepler por la óptica fue la refracción, especialmente la refracción
                    atmosférica. La atmósfera refracta la luz, efecto cuantitativamente
                    más importante cuando la estrella o el planeta están cerca del ho-
                    rizonte. Incluso puede verse una estrella aun cuando haya sobre-
                    pasado su ocaso y se encuentre realmente por debajo del hori-
                    zonte, pues la luz sigue una trayectoria curva. El efecto no es im-
                    portante para nuestra vida diaria pero sí lo es cuando se quiere
                    trabajar con la precisión que requería Kepler.
                        Por ejemplo, cuando el Sol se pone, debido a la refracción no
                    lo vemos realmente donde está, sino desplazado angularmente
                    una cantidad equivalente a su diámetro. Es decir que, debido a la
                    refracción, cuando un astro está cerca del horizonte cometemos
                    un error de unos 30 '.  Ya Tycho se había dado cuenta y había ela-
                    borado unas tablas correctoras, aunque no eran muy buenas. Pen-
                    saba, por ejemplo, que tales tablas deberían ser diferentes para el
                    Sol, la Luna y para cada planeta. La órbita de Mercurio, en parti-
                    cular, estaba muy deformada por la refracción puesto que solo
                    puede ser visto muy cerca del horizonte.
                        Reconociendo la importancia de la refracción, se interesó por
                    la óptica y, dada su capacidad de concentración y análisis, pronto
                    llegó a escribir un libro sobre óptica geométrica que podría utili-
                    zarse en nuestros días con ligeras modificaciones. Las figuras de
                    los libros actuales sobre la trayectoria de rayos, incluso en dif eren-
                    tes sistemas ópticos, son reproducciones de las que dibujó Kepler.






              EL  PROBLEMA DE LA VELOCIDAD DE LA LUZ
              Existe una deformación de las órbitas que puede introducir un error mayor en
              las posiciones de los planetas que la debida a la refracción. El Sol, por ejemplo,
              está a 8  minutos-luz, por lo que en  realidad  lo vemos donde estaba hace 8
              minutos. Esto puede suponer un error de 2º.  En  el  caso del Sol  podría no im-
              portar, pero en el de un planeta como Marte, que tiene una distancia a la Tierra
              tan variable, ya que puede pasar de 4 a 20 UA, el error puede ser importante.
              Pero entonces no se concebía que la luz tuviera una velocidad finita.
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