Page 31 - Aguilera Perales Ángel Javier
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aunada a los timbres de los mismos, la supervisión en la hora del recreo, en ésta ultima los
profesores se distribuyen en áreas diferentes para encargarse de vigilar que los alumnos
desarrollen actividades pacíficas.
Hoy la necesidad de educar para la vida demanda múltiples competencias, de modo
que éstos sean agentes de cambio que contribuyen a elevar los aprendizajes en los niños, en
dotarles de herramientas para el pensamiento complejo y para el desarrollo humano pleno e
integral. Así también, se espera que el maestro despierte la curiosidad intelectual de los niños
fundamentando en ellos el gusto, el hábito por el conocimiento, el aprendizaje permanente y
autónomo, poniendo en práctica recursos y técnicas didácticas innovadoras cercanas a los
enfoques pedagógicos y motivadores del aprendizaje.
Los niños encierran detrás de sus risas y juegos, grandes enigmas que solo son
develados mediante la observación constante y un análisis profundo, éste se facilita conforme
al espectador se va documentando acerca del niño, cuando investiga las razones de su
comportamiento y se da a la tarea de conocerlo.
Para los maestros conocer al niño, le da la ventaja de organizar el aprendizaje de
manera que éste aprenda sin hacer esfuerzos extraordinarios. Al saber el estilo de aprendizaje
de cada uno de ellos, el nivel psicomotor en el que se encuentra, gustos, a lo que se encuentran
desinteresados y problemas de aprendizaje, el maestro puede apoyarlo según las necesidades
presentadas.
Se caracterizan por ser inquietos e interesados ante el trabajo, demandando actividades
en las que se utilicen la escritura, la lectura y las operaciones básicas. Son curiosos y es natural
ver en el grupo que se desvíen del tema, proponiendo que se aborde algún otro que le interés
más; se muestran dispuestos al trabajo en el aula, les agrada brindarse apoyo cuando así los
requieren y son participativos en las actividades que se les presentan.