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de las partes, una de las cuales son los sideración y tratamiento que se da a los laudos
recurrentes, es la única causa originadora y, precisamente por ello, hemos preferido repro­
del arbitraje; b) Concertado el contrato ducir in extenso las mismas ya que al abordar la
de derecho privado expresado y acepta­ cuestión de la responsabilidad de los árbitros,
do por los árbitros el encargo que se les esta tiene, necesariamente, que ser considerada
hace, aquéllos pueden imponer su parecer dentro del citado marco.
a las partes y el laudo es obligatorio para
ellas porque quisieron previamente que Hay que señalar que aunque, como es obvio,
les obligara, por eso el artículo 18 de la el citado cuerpo jurisprudencial está referido
Ley de Arbitrajes citada establece que el a la Ley de Arbitraje de 1988, es plenamente
otorgam iento del compromiso obliga a válido ya que la nueva Ley de 2003 y su reforma
las partes a estar y pasar por lo estipulado de 2011 no han introducido cambio sustancial
de acuerdo con las reglas generales de la alguno en los principios que, a estos efectos,
contratación (artículos 1278 y 1258 del son relevantes.
Código Civil, principalmente), por lo que
Lima la validez y el cumplimiento de lo resuelto artículo 16 Ley de Arbitraje/1988, como antece­
Establecido este marco, hay que referirse al
U niversidad de Constitucional N° 62/1991 (Pleno), de 22 marzo dente necesario para entender el artículo 21 Ley
por los árbitros no puede dejarse al arbitrio
de uno de los contratantes, que es lo que
intenta en definitiva este recurso".
de Arbitraje/2003, según el cual la aceptación
obligaba a los árbitros y, en su caso, a la Cor­
Por último, citaremos la Sentencia del Tribunal
poración o Asociación (arbitraje institucional):
Facultad de Derecho de la (RTC 1991,62), en la que leemos que: "a cumplir fielmente su encargo, incurriendo,

si no lo hacían, en responsabilidad -tanto
"(...) siendo el arbitraje un "equivalente
los árbitros como la institución arbitral- por
los daños y perjuicios que causaran por dolo
jurisdiccional", mediante el cual las partes
pueden obtener los mismos objetivos que
o culpa. Es más, en los arbitrajes encomen­
con la jurisdicción civil (esto es, la obtención
dados a una Corporación o Asociación, el
misma, con independencia de las acciones de
con todos los efectos de la cosa juzgada),
resarcimiento que asistieran a aquélla contra
es evidente que la creación de órganos de
la de una decisión que ponga fin al conflicto perjudicado tenía acción directa contra la
por alum nos de dicho procedimiento heterocompositivo es bitro asumía la obligación del cumplimiento fiel
los árbitros".
naturaleza arbitral y el establecimiento de
Por tanto, y con la aceptación del encargo, el ár­
materia propia de la legislación procesal
civil, relacionada, en cuanto a los efectos del
del mandato de arbitrar la contienda e incurría
laudo arbitral y al sistema de recursos, con la
en responsabilidad por los daños y perjuicios
Administración de Justicia".
Revista editada Esta jurisprudencia delTribunal Constitucional y tución administradora del arbitraje en cuanto
que se ocasionaran por dolo o culpa3
delTribunal Supremo reflejada en las sentencias
Idéntica responsabilidad recaía sobre la insti­
señaladas delimita claramente el concepto de
arbitraje, su encaje constitucional, sus relaciones
que debía ser vigilante y garante de la función
y diferencias con la jurisdicción estatal y la con­ arbitral, teniendo el perjudicado acción direc-
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A D V O C A T U S 3. anglosajón, en el que el principio del "árbitro responsable" no se encuentra reconocido y en cuyos ordenamientos
A diferencia de lo que sucede en el arbitraje comercial internacional y en concreto en el que deriva del derecho

el árbitro es inmune frente a las partes por falta de cumplimiento del mandato y solamente se conceden efectos
anulatorios contra el laudo arbitral( por "wilful misconduct o abuso del poder del árbitro) aunque existe un
extenso debate internacional sobre este enfoque de la responsabilidad profesional del árbitro.

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