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de las acciones legales frente al uso indebido de Para ello, basta remontarnos por un momento
una marca notoriamente conocida. hasta los albores de la Edad Media, época en la
que si bien las marcas ya eran conocidas, se les
Por su parte, en el Decreto Legislativo 1075, asignaba un papel distinto al que desempeñan
que aprobó las disposiciones complementarias actualmente. En dicha época se distinguía entre
a la Decisión 486 (norma actualmente vigente las marcas del gremio (que garantizaban que
desde el 1 de febrero de 2009), el concepto de lo s p r o d u c t o s h a b ía n s id o f a b r ic a d o s c o n f o r m e
mala fe es asimismo mencionado en el artículo a los procedimientos previamente aprobados)
8 referido a la responsabilidad por los daños y y las marcas del productor. El restringido papel
perjuicios a cargo del titular del registro de una asignado en aquel entonces a las marcas obede
marca que es objeto de nulidad por la causal de cía a que el sistema limitativo de la competencia
mala fe, así como también por el artículo 121 que regía el régimen gremial impedía dotar a la
que incorpora la mala fe como una circunstancia marca de una función competitiva.
que es considerada para la graduación de la san
ción en supuestos de uso indebido de marcas. La marca desempeñaba pues en la Edad Media
Revista editada por alum nos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Lima
una función fundam entalm ente de garantía,
Como hemos podido apreciar al efectuar un permitiendo que el adquirente del producto
breve repaso de la legislación sobre propiedad reclamase al artesano o productor por los vicios
industrial (derogada y vigente), los contornos de o defectos de aquél. Así, según las ordenanzas
la mala fe no se encuentran actualmente bien gremiales, la marca se aplicaba a los correspon
definidos. Si bien, tanto la Decisión 486 como el dientes productos provenientes de determina
Decreto Legislativo 1075 (normas actualmente do gremio a fin de garantizar simplemente una
vigentes) contienen varias referencias a dicha calidad determinada.
figura, ninguna de ellas contiene alguna dispo
sición que sirva para aclararnos su contenido No es sino a partir del liberalismo económico
y alcance, a diferencia de lo que ocurría, como instaurado en Europa por la Revolución Francesa
hemos visto, en la antigua Decisión 344 que que se conceptualiza a la marca como un ele
contenía algunos ejemplos de mala fe cuando mento competitivo y se le asigna como función
regulaba la nulidad del registro de marcas. esencial la de diferenciar las mercancías de un
Esta omisión en la legislación actual complica empresario de las de los demás competidores1.
definitivamente la labor de la judicatura en la Puede afirmarse pues que los objetivos asigna
resolución de casos en los que se invoca la mala dos a las marcas cambiaron radicalmente, debido
fe como causal de irregistrabilidad marcaría (en al tránsito de una estructura económica gremial a
casos de oposición y nulidad registra!), como una capitalista. A partir de ese momento, la marca
lo revelan las resoluciones a las que haremos adquirió un papel fundamental como instrumen
referencia más adelante. to de venta motivado por las necesidades de
producción en masa y la aparición del fenómeno
II. LA MARCA Y EL MERCADO publicitario. Se comprende pues con facilidad el
motivo por el que el trance de un sistema gremial
Para intentar desentrañar cuál es la misión de a uno capitalista haya llevado a la marca a cumplir
la noción de la mala fe en una norma moderna un nuevo y esencial rol: el de indicar el origen em
de derecho de marcas, es importante efectuar presarial de los productos del oferente (función
un breve repaso de la evolución operativa y distintiva o indicadora del origen empresarial) a
funcional que ha experimentado la marca desde fin de permitir la diferenciación de sus productos
A D V O C A T U S 134 1. BERCOVITZ RODRÍGUEZ-CANO, Alberto. "La formación del derecho de la competencia". Actas de Derecho Industrial
respecto de los de sus competidores.
su aparición hasta nuestros días.
(ADI).Tomo II, 1975, pp. 64-65.
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