Page 188 - El Misterio de Salem's Lot
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Cuando terminó el relato eran las ocho menos veinte, y ambos se habían bebido
dos tazas de café.
—Creo que eso es todo —concluyó Matt—. Ahora, ¿quieres que haga mi
imitación de Napoleón? ¿O que te cuente mis conversaciones astrales con Toulouse
Lautrec?
—No se haga el tonto —respondió Susan—. Aunque esté sucediendo algo, no
puede ser lo que usted piensa.
—No estoy seguro.
—Si nadie tiene nada contra usted, como sugirió Ben, entonces es posible que sea
algo que hizo el propio Mike, en un delirio o algo así. —Aunque eso no sonaba
convincente, Susan prosiguió—: O tal vez se durmió usted sin darse cuenta y lo soñó
todo. Más de una vez yo me he quedado dormitando y me he perdido quince o veinte
minutos.
Matt se encogió de hombros.
—¿Cómo defiende uno un testimonio que ninguna mente racional puede aceptar
al pie de la letra? Oí lo que oí. Y no estaba dormido. Y hay algo que me tiene
preocupado... muy preocupado. De acuerdo con las antiguas leyendas, un vampiro no
puede entrar simplemente en una casa para chuparle a uno la sangre. No. Tiene que
ser invitado. Pero anoche, Mike Ryerson invitó a entrar a Danny Glick. ¡Y yo mismo
invité a Mike!
—¿Le habló Ben de su nuevo libro?
Él jugueteó con la pipa, sin encenderla.
—Muy poco. Sólo me dijo que está relacionado con la casa de los Marsten.
—¿No le contó que de niño tuvo una experiencia traumática en esa casa?
Matt la miró, sorprendido.
—¿Dentro de ella? No.
—Entró por un desafío. Quería formar parte de un club, y como prueba le
impusieron que entrara en la casa de los Marsten y volviera a salir con algo. Lo hizo,
en efecto... pero antes de salir subió hasta el dormitorio del piso alto, donde se ahorcó
Hubie Marsten. Cuando abrió la puerta, vio a Hubie allí colgado, y abrió los ojos.
Ben salió huyendo. Eso ha estado carcomiéndole desde hace veinticuatro años.
Volvió a Solar para ver si escribiéndolo podía liberarse de ello.
—Cristo —murmuró Matt.
—Él tiene... cierta teoría sobre la casa de los Marsten. En parte es fruto de su
experiencia, y en parte de algunas investigaciones que ha hecho sobre Hubert
Marsten...
—¿Y su tendencia a la adoración del demonio?
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