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JESÚS — UN MAESTRO VERDADERAMENTE DEFINITIVO

Lección 15

«…el que no creyere será condenado»

(Mr. 16:16b)

En Marcos 16:16 el Señor dijo: «El que crea y sea bautizado será salvo; pero el que no crea será
condenado». Frecuentemente surge una objeción en cuanto a la frase final—«el que no crea
será condenado». En un intento por probar que el bautismo no es esencial para la remisión de
pecados, se suele decir: «Pero Jesús no dice ‘el que no se bautice será condenado’».

En el Debate Howard-Pope, conducido en Shreveport, Lousiana en marzo de 1952, el señor
Pope, un bautista, argumentaba:

«En cuanto a Marcos 16:16 lo explicaré de manera que la gente lo pueda entender. ‘El que crea
y sea bautizado será salvo; pero el que no crea será condenado’. Él no dice que quien no crea y
no se bautice será condenado. Ahora bien, yo le daré un billete de $10 a quien me dé un capítulo
y versículo donde diga que un hombre irá al infierno por no ser bautizado. Doblaré la oferta si
alguien se atreve a traerlo» (p. 42).

El señor Pope ignoró completamente todos los pasajes en el Nuevo Testamento que declaran
que el bautismo es esencial para la salvación y procuró hacerlos a un lado enfatizando que Jesús
no dijo: «El que no crea y no sea bautizado será condenado».

¿Nulifica esta última parte del versículo a su primera parte? Si el hecho de que el Señor no dijo,
«el que no sea bautizado» significa que alguien puede ser salvo sin bautismo, entonces la última
parte del versículo nulifica la primera parte ya que la primera parte dice «El que crea y sea
bautizado será salvo».

Hay una razón obvia por la cual el Señor no dijo «el que se bautice no será condenado». La
realidad del asunto es que no puede haber bautismo sin fe. El que cree y se bautiza será salvo,
pero el que no cree no puede arrepentirse, no puede confesar su fe (no tiene ninguna fe por la
cual confesar) y no puede ser bautizado. Esa persona no podría ser bautizada según la enseñanza
del Nuevo Testamento aunque lo pretenda porque el Nuevo Testamento enseña que uno debe
creer antes de ser bautizado (Mr. 16:16). Además, un hombre que no cree no se bautizaría ni
aunque pudiera ya que nada en el mundo le dará una buena razón para bautizarse. El bautismo
para el perdón de pecados sería completamente ridículo para alguien que no cree.

El Señor sabía que «el que no cree» no podría ser bautizado y no lo haría. Piense por un
momento en el paralelo que Roy Deaver planteó en su libro THE BAPTIST CHURCH AND THE
NEW TESTAMENT CHURCH. «El hombre que coma y digiera su comida vivirá; pero el que no
coma morirá». ¿Piensa usted que tiene algún sentido decir: «el que no coma ni digiera su
comida, morirá»? Ya que la digestión depende de haber comido, y ya que no puede haber
digestión sin comer primero, la ausencia de «comer» necesariamente significa la ausencia de la
digestión. Exactamente así, siendo que no puede haber bautismo sin fe, la ausencia de fe hace
del bautismo una completa imposibilidad. «Y sin fe es imposible agradar a Dios; porque es
necesario que el que se acerca a Dios crea que El existe, y que es remunerador de los que le

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