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cadena de bloques es posible generar registros de propiedad no controlados por
autoridades gubernamentales– o la celebración y ejecución de diversos
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contratos , como se expondrá en el siguiente apartado.
Ahora bien, este tipo de sistemas tecnológicos no tiene una forma exclusiva de
funcionamiento, sino que su gran pluralidad de aplicaciones nos permite
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clasificar los sistemas blockchain en tres grandes grupos , hasta el día de hoy.
En primer lugar encontramos las redes abiertas y cerradas. En las redes abiertas
cualquier usuario puede acceder a la red para interactuar con otros participantes
(Ethereum), mientras que en las redes cerradas los usuarios que deseen
intervenir requerirán de una aprobación para unirse (Hyperledger Fabric).
Por otro lado, las cadenas de bloques pueden identificarse como permisionadas
o no permisionadas. Como su nombre lo indica, en las primeras se limita la
actuación a ciertos usuarios aprobados (R3 Corda) y, en contraposición,
encontramos aquellas en las que cualquier usuario puede gestionar una
transacción y formar parte del mecanismo de consenso (Bitcoin).
Por último están las redes privadas y públicas. Las redes privadas protegen la
privacidad de sus usuarios al no permitir a todo participante tener acceso a las
anotaciones del sistema (Hyperledger Fabric) y las públicas facilitan a
cualquier usuario la lectura y conocimiento del registro (Ethereum).
Indudablemente, en ambas categorías podrá ocultarse cierta información
personal en diferente escala.
A grandes rasgos, esta es la forma como funcionan los sistemas basados en
cadena de bloques. No obstante, aun cuando pareciera ser el escenario ideal
también conlleva una serie de riesgos que hacen trastabillar a los inversionistas
desconfiados de las nuevas tecnologías.
Uno de los principales riesgos de los sistemas blockchain se desprende de su
característica esencial, esto es, la definitividad de las transacciones. Esta
peculiaridad no da espacio al error humano, por lo que cualquier inexactitud en
algún movimiento representaría necesariamente la ejecución de una nueva
operación correctora, lo cual se podría presentar por ejemplo en una transmisión
errónea de activos virtuales en favor de una persona equivocada.
12 Alfonso Delgadillo de Molina Rius, “Blockchain…”, 42.
13 Ibidem, 43-44.