Page 103 - Resiliente
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prestaron, algunos se quedaron atrás, pero yo aun así me espere

                   a que ellos desaparecieran, temí que el ruido del motor de
                   combustión les hiciese volver y atraparnos, aunque a pesar de

                   las horribles implicaciones que mi cerebro maquinaba para que
                   la horda completa se fuese hacia esa dirección, agradecía que

                   se nos hubiese despejado el camino.



                   Una vez se fueron encendí el Toyota y aceleré por el canal de
                   subida que era el único que se podía transitar, pasamos junto

                   al camión militar que cuyos conductores habían sido devorados
                   por los zombis, estaba volcado de lado.



                   Pude ver los manchones de sangre por todos lados, me imagino

                   que a estas alturas o no quedara nada de ellos, o ellos serán
                   parte de la horda que acabamos de ver, pare junto a mi jeep

                   negro, que estaba muy manchado de sangre, me imagino que los
                   zombis habrán tenido heridas y como son tantos para no caber en

                   la calle le pasaron alrededor, pero todo parecía en buen estado.



                          —Esto nos lo tenemos que llevar ¿sabes manejar sincróni-
                   cos Máximo?

                          —Me estas jodiendo ¿verdad? —me dijo Máximo



                   Sonreí, salimos ahora en silencio y sin intercambiar ninguna
                   palabra hacia el edificio de Mauro y le pasamos encima a la

                   reja doblada, llegamos al lobby y vimos manchas de sangre por
                   todo el piso, y las huellas de los zombis que habían estado

                   sobre esos charcos, entonces más allá vimos al gato que
                   habíamos visto la noche anterior en una esquina con las tripas

                   afuera y sin una pata.



                          —Lastima, lo agarraron —dijo Máximo mirándome.



                   No quise hablar de eso, así que subimos al otro piso y llegamos
                   al apartamento de Mauro sin dificultades, comenzamos a agrupar

                   las cajas y comenzamos a bajarlas al lobby, Máximo comenzó una
                   guardia afuera mientras metía las cajas en el jeep y en el




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